Revista Salud y Bienestar

El uso abusivo de antibióticos en España alarma a Europa

Por Blogdefarmacia.com

El descubrimiento revolucionario de la penicilina por Alexander Fleming en 1928 relegó a las enfermedades infecciosas como principal causa de mortalidad en los países industrializados. Ahora, muchos de estos medicamentos están dejando de funcionar, y la amenaza de su falta de efectividad es creciente. La última en advertir de los riesgos de un uso inapropiado de los antimicrobianos ha sido la Organización Mundial de la Salud (OMS), que dedicó a este asunto el Día Mundial de la Salud, celebrado el jueves pasado. Debido a la globalización, las consecuencias de un mal uso de estos fármacos, en forma de patógenos resistentes, no se pagan sólo dentro de las fronteras nacionales. Y en esta tarea España no es precisamente un ejemplo.

De hecho, el 32 por ciento de los españoles los utiliza para la gripe y el 8 los consume sin receta, según los resultados del Eurobarómetro de la Unión Europea. Además, se encuentra a la cabeza del consumo de antibióticos orales: el 53 por ciento de los españoles sigue al menos un tratamiento al año frente al 22 por ciento de los suecos.

El uso abusivo de antibióticos en España alarma a Europa
Las infecciones hospitalarias, junto con la tuberculosis, la gonorrea, el VIH, la sífilis, la lepra, la shigelosis y la malaria, son ejemplos de patologías que, según la OMS, ya son difíciles de tratar. La solución está en manos de todos: médicos, farmacéuticos, pacientes y gobiernos.

El problema de las resistencias es “muy grave, cuesta mucho dinero, mata a muchas personas y amenaza los avances en el control de las enfermedades”, señala Mario Raviglione, director del Departamento Stop Tuberculosis de la OMS y organizador del Día Mundial de la Salud.

En el caso de la tuberculosis, expone Raviglione, existen cepas panrresistentes en al menos 68 países, mientras que multirresistentes (a los fármacos situados en la primera línea de tratamiento) “se encuentran en todo el mundo”. La tuberculosis resistente es un reto “global”, a juicio de José María Eiros, microbiólogo y vicedecano de la Facultad de Medicina de Valladolid, como también lo son las infecciones nosocomiales por organismos “convencionales” pero que han incorporado mecanismos de resistencia.

Las advertencias de la OMS no serían en absoluto alarmistas, asegura la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), Belén Crespo. Éste es un problema que afecta muy especialmente a España, advierte el vicepresidente de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), Álvaro Pascual, que, frente a determinados patógenos, cuenta con algunas de las tasas “más altas de Europa”.

Y el problema no se circunscribe al ámbito hospitalario. En la comunidad, el porcentaje de resistencias a fluoroquinolonas en Escherichia coli alcanza un 15-20 por ciento, según Crespo. También preocupan las resistencias en Streptococcus pyogenes (faringoamigdalitis aguda) y S. pneumoniae (infecciones respiratorias). En los hospitales, según Raviglione, el 50 por ciento de E. coli sería resistente a fluoroquinolonas, y entre el 10 y el 25 por ciento, a la tercera generación de cefalosporinas.

También entre los supermicrobios que están generando problemas en este ámbito destacan algunos como elStaphylococcus aureus resistente a meticilina (SARM), la Pseudomona aeruginosa y el Acinetobacter, entre otros, afirma Pascual. “En los hospitales ya hay microorganismos que son panrresistentes a todos los tratamientos del vademécum, lo que es tremendamente preocupante”.

Raviglione y Pascual coinciden en que combatir el desconocimiento de la población e introducir medidas dirigidas a reducir la prescripción y controlar la dispensación deberían ser las primeras armas para mejorar la situación. “En procesos gripales y catarrales se sigue abusando, sobre todo de la amoxicilina y de su combinación con ácido clavulánico”, resalta la presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), María Jesús Rodríguez. No en vano, los datos del Ministerio de Sanidad muestran que el 90 por ciento del consumo de antibióticos orales se produce fuera del hospital, y el 85 por ciento de prescripciones corresponde a procesos respiratorios.

Otra área de automedicación es la cistitis de repetición. Precisamente, el Colegio de Farmacéuticos de Las Palmas, que sumó su voz a la campaña de la OMS con motivo del Día de la Salud, centró en estas infecciones su mensaje sobre el uso de estos fármacos.

A la amenaza de que los antimicrobianos pierdan su capacidad curativa se une el escaso interés de la industria farmacéutica por investigar en tratamientos agudos (una infección) frente a la rentabilidad de los crónicos (la hipertensión arterial, por ejemplo). Pascual añade los problemas de la industria para sacar adelante nuevas moléculas, y Raviglione la dificultad “científica” para hallar nuevas familias antibióticas. Ambos entienden que la colaboración público-privada es una necesidad.


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