Es seguro que muchos de mis lectores habrán oído hablar de
él. Otros tantos, incluso, lo habrán visitado en diferentes épocas del año y
los menos, seguro, no recuerden dónde se ubica o, quizás, todavía no se habían
decidido a conocerlo. A través de las siguientes líneas trataré de remediar lo
anterior porque el Jerte, de verdad, merece la pena.
Es en otoño cuando nuestros bosques se desnudan
ofreciéndonos el color típico de su carne. Tonos rojizos, amarillentos y ocres.
Olor a tierra húmeda, suaves vientos un poco más frescos de lo habitual, agua
cristalina que recorre con un poco más de fuerza de lo habitual el cauce de los
ríos. Humedales, cerezos –ya no en flor-, robles y castaños dan cobijo a las
praderas, a sus calzadas romanas y a los excelentes productos que nuestra
naturaleza nos ofrece.
Es la estribación sur de la Sierra de Gredos la que abre
paso al Valle del Jerte. Es este el nombre de su principal río y, El Calvitero
y el Torreón, sus cotas máximas con poco más de 2.400 metros. Al
noroeste de la provincia de Cáceres, lindando al norte con Ávila y Salamanca y
al sur con Badajoz, son once poblaciones las que componen su comarca: Barrado,
Cabezuela del Valle, Cabrero, Las Casas del Castañar, Jerte, Navaconcejo, Piornal,
Rebollar, Tornavacas, El Torno y finalmente Valdastillas.
Sin lugar a dudas el Jerte es conocido por sus excelentes
cerezas y el licor que de ellas se destila; sin embargo no deberíamos dejar de
recorrer y apreciar la belleza de la Garganta del Caozo, entre Valdastillas y
Piornal; la ruta, por carretera de montaña, que nos eleve hasta el Puerto de
Honduras: 32
kilómetros de recorrido que unen Hervás con Cabezuela
del Valle. La Garganta de los Infiernos, ubicada en el Parque Natural del mismo
nombre y su centro de interpretación situado entre Cabezuela del Valle y Jerte.
El Mirador del Puerto de Tornavacas por el que, 40 km. más allá llegaremos a
divisar Plasencia o el Museo de la Cereza en Jerte.
Y, llegado el otoño, el Valle se vuelca con actividades
lúdico-culturales para locales y visitantes en su famosa Otoñada, que se
desarrolla a lo largo de noviembre y diciembre en todos los pueblos del Valle.
Teatro, mercado medieval, rutas de senderismo guíadas, folclore, taller de
graffitis, concursos de pintura o la fiesta de la caída de la hoja, son varias
de las actividades que desde el pasado 3 de noviembre se vienen realizando. En
este enlace os dejo el programa completo, para su descarga.
Por supuesto que la gastronomía juega un factor importante
en nuestra visita. Seguro que nos saldremos defraudados cuando saboreemos sus
migas, buenas carnes de cerdo y de cabrito o sus sabrosas truchas, respetando
la temporada. Para el final, el postre no se queda atrás: cañas, buñuelos,
sapillos dulces y roscas, acompañado de un buen licor, de cereza por supuesto,
nos hará sentir que visitar y disfrutar de la Otoñada del Valle del Jerte, merece
la pena. Disfrutarlo, eso sí siempre con salud, ciudadanos viajeros.
Enlace de interés: Oficina Turismo Valle del Jerte
Nota: Las fotos han sido facilitadas y autorizadas su publicación por la Agencia Oficial de Comunicación del Valle del Jerte quien se puso en contacto conmigo a este efecto.