Cuantas veces nuestros hijos nos piden una mascota; les ilusiona tener un amigo que es solo de ellos, al cual van a cuidar, jugar y compartir con otros amiguitos.
Los adultos siempre pensamos en lo prácticas que son o no las cosas para nosotros; si vamos a tener que invertir mucho dinero en esta mascota, si los niños no la cuidan y quizás al final somos nosotros quienes vamos a tener que asumir la responsabilidad, con quien la vamos a dejar si requerimos salir, dónde vivirá en la casa, etc.
Es cierto, son muchas las cosas que debemos tomar en cuenta cuando pensamos en adoptar un nuevo miembro en nuestra familia que es en lo que se convertirá esta mascota, pues no es ni un adorno, ni un juguete, es un ser vivo que requerirá de cuidados y cariño.
Sin dejar de lado la inversión en tiempo y dinero, veamos los beneficios de traer una mascota a nuestro hogar.
Estudios demuestran que compartir con animales ofrece beneficios físicos y emocionales tanto para niños como para adultos. En casos de depresión ocasionada por ejemplo por la ruptura de una relación, una muerte, accidente, etc; el hecho de que una persona adquiera, por ejemplo un perro, hace que mejorare su condición emocional y logre salir más rápido de su estado. Bien es sabido de la importancia que la terapia con delfines y caballos trae a personas con algún tipo de discapacidad o patología mental. También sobre el maravilloso trabajo de los perros de asistencia, los perros terapéuticos y sin ser menos importantes los perros policía.
Los niños que comparten con animales son más sociables y amistosos; adquieren habilidades para cuidar de otros, son más empáticos y aprenden a relacionarse con la naturaleza, sobre los ciclos vitales, la salud y enfermedad; incluso sobre la muerte.
Su comunicación es mejor, gracias a que aprenden del lenguaje no verbal para comunicarse con su mascota. Son incluso menos propensos a las alergias, ya que desarrollan un sistema inmunológico más fuerte.
También se da un beneficio para la familia en general, ya que se abren espacios de comunicación que los adultos deben propiciar para enseñar a los niños y niñas sobre el cuidado y trato que se le debe dar a la mascota. Todo esto aparte de los espacios de actividad física en donde el juego forma parte importante de la relación, la tranquilidad y la paz que en la relación transmite la mascota a quien no le preocupa si andas con ropa bonita, si eres gordito o flaquito, si tienes dinero o no; solo ofrece un cariño incondicional, a cambio de amor y cuidados. También permite un acercamiento directo con nuestro ser más elemental que permite este intercambio de energía directo con ese ser sencillo y limpio que es nuestro nuevo amigo.
La vida en la actualidad es tan rápida y tan ocupada, que pocas veces nos detenemos a mirar detalles, o las cosas se vuelven tan cotidianas que las hacemos y las repetimos como si fuéramos máquinas y así enseñamos a nuestros hijos. Son muchos los niños que pasan la mayor parte de su día en guarderías, al cuidado de alguna persona que no es ni papá ni mamá; o que cuando llegan de la escuela o colegio a la casa deben esperar solitos un rato mientras viene alguien a cuidarlos o hacerles compañía. Esta es la realidad que vivimos la mayoría de las personas todos los días. Pues aquí es donde una mascota juega un papel importante, un beneficio y una compañía inseparable e incondicional.
Así que cuando su hijo o hija le pida una mascota piense:
- Cuál es su dinámica familiar. Cuánto tiempo hay para compartir en familia y de qué manera lo hacen (pasar tiempo en familia no es solo vivir en la misma casa)
- Pasan mucho tiempo solos los hijos o con cuidadores. Si es así, habrá una mayor ilusión y motivación para el niño o niña cuando llegue a casa.
- De cuánto tiempo y espacio dispone para una mascota, cuál es la más apropiada y sobre todo piense en el beneficio que esta mascota puede traer a su familia, a su vida y la de sus hijos.
Tal vez no haya muchos espacios para compartir con la familia; pues bien, puede que esta sea la oportunidad para hacerlo, incluso para aprender a hacerlo (muchos no saben cómo compartir con la familia). Si tiene un hijo con algún tipo de discapacidad, si es un niño agresivo, si hay dificultades en la escuela; infórmese sobre los beneficios de una mascota y de cómo con su ayuda, mejorar la condición de su hijo o hija y de su familia.
“Si tiene un perro, mírelo a los ojos y verá que no hay nadie más en el mundo que lo ame tan incondicionalmente. Si quiere ser una mejor persona, cuide un perro”.
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