Revista Cultura y Ocio

El vampirismo en Europa parece ser, ante todo, un mito es...

Por Eugenioolivares
El vampirismo en Europa parece ser, ante todo, un mito es... El vampirismo en Europa parece ser, ante todo, un mito eslavo, con un fuerte componente griego y también turco. «Los vampiros», dice Montague Summers en The Vampire, «infestan particularmente los países eslavos». Así son innumerables los términos con los que se designan en los diferentes países del Este a este tipo de criaturas:
• Grecia: Vrykolakas.
• Rumanía: Strigoi o Strigoica, Moroii, vârkolak.
• Croacia, Montenegro y Serbia: Vukodlak, Dhampir
• Rusia: Upyr, Vieszcy y eretik.
• Hungría: Pamgri.
En la Europa occidental, los estudiosos estaban atónitos ante estas auténticas epidemias de vampiros que asolaban a sus vecinos del Este, todo lo cual contribuía a conformar una imagen de estos territorios como lugares primitivos y supersticiosos. El protagonista de los capítulos iniciales de Drácula ilustra el concepto que el europeo medio tenía de estos países, algo que arrancaba de mucho atrás, quizá desde que a finales de la Edad Media el Terror Turco amenazara las fronteras de Europa; tras dejar Viena en tren, Jonathan Harker se adentra en otro mundo: «La impresión que tuve era que estaba dejando el Oeste y entrando en el Este; el más Occidental de los espléndidos puentes sobre el Danubio, que aquí cuenta con una anchura y profundidad notables, nos llevaba por entre tradiciones del dominio Turco» .
Con celeridad inusitada, la creencia (admitida o rechazada) en los vampiros se va asentando en el Occidente civilizado. Buena cuenta de ello dan los innumerables tratados, más o menos científicos, que se escriben sobre el tema; entre ellos De Masticatione Mortuorum in Tumulis Liber de Michael Ranft (Leipzig, 1728); Dissertatio de Cadaveribus Sanguisugis (Jena, 1732) de John Christian Stock; pero destaca sobre todo, la obra Dissertations sur les Apparitions des Anges, des Démons et des Esprits et sur les revenants et vampires de Hongrie, de Bohême, de Moravie, e de Silése (París, 1746) de Dom Agustin Calmet (1672-1757). El mismo Voltaire Escribió sobre el tema en su Diccionario Filosófico (1764).

Sin embargo, lo que mejor atestigua, fuera de los círculos académicos, la llegada de este invasor a Occidente es la aparición en las distintas lenguas y durante el siglo XVIII del término “vampiro” . En inglés vampyr aparece documentado a principios de la década de 1730. El alemán vampyr fue usado pror primera vez en 1720. El Dictionnaire de L'Académie française (4ª edicion, 1762), también recoge vampire. En español, la primera edición del DRAE (1843), incluye la siguiente definición de "vampiro": «m. Nombre que dan en ciertos países septentrionales á los cadáveres que suponen salir del sepulcro á chupar la sangre de los vivos».

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