“El varómetro de la tolerancia va acompañado de distintos premios. Si eres un activo antiespañol, carnet de patriota, bolsa de la ANC y mochila de TV3. Si vas de catasuno con Otegi, portada en La Vanguardia, puertas abiertas en el Parlament, en TV3 y en Cataluña radio.”
La vara es una unidad de longitud equivalente a 3 pies que se utilizaba antaño en la península ibérica. Cada región le otorgaba un valor según sus necesidades (o simplemente por su aislamiento); la de Alicante, por ejemplo, equivalía a 0,8359 m; 0,768m la de Teruel y 0,835905 m la de Burgos. De aquí procede la expresión ‘distintas varas de medir’ que tan a menudo utilizamos para referirnos a la valoración que hacemos de un mismo hecho, en términos de tolerancia o intransigencia, en función de quien lo haga.
En la singular Cataluña,-experta en diseñar, fabricar y exportar varas de medir, a todo color o en blanco y negro- hemos creado un varómetro propio que criminaliza o reparte prebendas en función de la menor o mayor afección al procés.
El varómetro de la intransigencia criminaliza en función de la osadía demostrada y, especialmente, por la capacidad de propagación. Si eres de extrema derecha y el día de la Constitución subes a Motjuic a dar cuatro vivas a Franco, durante unos días te ponen a parir en la prensa del régimen pero la cosa no va a más. Si eres o simpatizas con el PP, eres un facha sin peligro del que te puedes mofar e incluso agredir sin temor a recibir siquiera una condena verbal. Si osas simpatizar, votar o militar en Ciudadanos la cosa cambia: eres un radical fascista anticatalán al que se puede insultar y atacar decorando la fachada de tu casa o destrozando tu coche. Peores consecuencias comporta ser simpatizante o miembro de Societat Civil Catalana, SCC: eres un nazi al que prensa, radio, televisión y redes sociales criminalizarán constantemente. Sin embargo, el premio grande te lo llevas si eres padre o madre de una criatura y solicitas que sea escolarizada en español. Prepárate para recibir todo tipo de insultos, recepciones en la puerta del colegio, pancartas en la calle, manifestaciones e incluso agresiones físicas. Así hasta que te vayas del colegio y, si puede ser, de la ciudad y de Cataluña.
El varómetro de la tolerancia va acompañado de distintos premios. Si eres un activo antiespañol: carnet de patriota, bolsa de la ANC y mochila de TV3. Si vas de catasuno con Otegi: portada en La Vanguardia, puertas abiertas en el Parlament, en TV3 y en Cataluña radio. Si eres okupa, revientas cajeros, quemas contenedores, motocicletas, coches y todo lo que se cruce en tu camino: acta de concejal o de diputado.
Como ven, en el régimen catalán –procés– el varómetro premia la violencia y criminaliza la discrepancia. Aunque arda una parte de la ciudad, aunque se fracture la convivencia, aunque se agigante la grieta que nos separa, no esperen más de un tibios reproches. Ni lo sueñen que sus máximos responsables políticos, Ada Colau en la alcaldía y Carles Puigdemont en la presidencia de la Generalidad, condenen con rotundidad los hechos. Por supuesto, el PSC, como siempre, en la equidistancia, entre dos aguas.
José SIMÓN GRACIA
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