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El verano en que llegaron los lobos, de Patricia García-Rojo

Publicado el 02 mayo 2024 por Daniel Daniel Pérez Castrillón @Mangrii
El verano en que llegaron los lobos, de Patricia García-RojoEl verano en que llegaron los lobosPatricia García-RojoSMTapa blanda | 200 páginas | 12,50€El verano en que llegaron los lobos, de Patricia García-Rojo


—Yo siempre he querido encajar. Y encajar aquí significa tener alas. Sé que no suelo empezar mis reseñas con una cita, pero en este caso necesitaba hacerlo. ¿Quién no se ha sentido fuera de lugar más de una vez? ¿Quién no se ha sentido solo en el mundo aunque estuviera rodeado de gente, con una imperiosa necesidad de hacer todo lo posible por encajar? Ser diferente suele conllevar una vida de prejuicios, de soledad y pesadez vital que cae como una losa sobre nosotros y no nos deja levantarnos. Y más, en esa época confusa, también llamada adolescencia, donde abrimos nuevas etapas, nos enfrentamos a nuestros miedos y debemos cerrar viejos asuntos. El verano en que llegaron los lobos, Premio SM Gran Angular 2023 de Patricia García-Rojo, es una sensacional historia juvenil sobre encontrar tu lugar, sobre el descubrimiento de uno mismo, y también, sobre un misterio.
Un ciervo en territorio de pájaros
Imagina un mundo en el que los humanos se transforman en animales a su gusto. Imagina también, un pueblo donde en su mayoría viven bandadas de pájaros. Y ahora imagina, a una adolescente, esperando una carta de admisión de la universidad, pero que es un ciervo. Es difícil encajar en un pueblo de pájaros cuando eres un ciervo. Y Ana nunca lo ha conseguido del todo. Es el último verano, o eso espera. Y todo cambia, repentinamente, cuando llegan los lobos. Un padre y sus dos hijos llegan para abrir el colmado del pueblo, a reticencia de casi todos sus habitantes. Lobos y pájaros no mezclan bien. Y menos, cuando un cadáver, el de un viejo amigo, aparece el día antes del cumpleaños de Ana. Misterio, aventura, romance y autodescubrimiento se dan la mano en este último verano para Ana que la cambiará para siempre, en que debe descubrir que secreto esconde la isla y quién mató a su amigo.El verano en que llegaron los lobos, de Patricia García-RojoEs difícil encajar cuando eres diferente
Con un simple elemento fantástico, como es esa capacidad para transformarse en pájaros y en otros animales, Patricia nos pone en la situación de Ana. En un lugar donde no termina de encajar y no la ven tal y como es. El verano en que llegaron los lobos tiene la capacidad, a través de su punto poético y simbólico, de llevarnos hasta la nostalgia de ese verano en que todo cambia y que casi todos hemos vivido. El verano antes de que nos vayamos, de que emprendamos nuestro propio viaje. Y lo hace con personajes muy reales, delicados, bondadosos y que casi traspasan la página: ¿quién no es capaz de identificarse con Ana y su necesidad de encajar? ¿Quién no quiso abandonarlo todo y empezar en un nuevo lugar de cero? ¿Quién no se sintió juzgado por los demás al ser diferente? Al final, El verano en que llegaron los lobos es una novela de aprendizaje, envuelta en una novela de misterio, que refleja el descubrimiento de uno mismo y sitúa al amor como un elemento que nos empuja (y nos deja) a ser, de cierta forma, nosotros mismos.
Los tropos bien llevados
Si uno se para a analizar El verano en que llegaron los lobos se da cuenta de que Patricia García-Rojo no hace otra cosa que seguir ciertos tropos, desde el triángulo amoroso que nos plantea hasta la aventura de investigación cercana a Las aventuras de la mano negra o a cualquier misterio que persigan Los Cinco. Personajes bondadosos, que en este caso deambulan por escenarios repletos de naturaleza y calma, consiguen atraparte en el centro de la historia. Sin embargo, más allá del misterio, lo hace en sus protagonistas y la exploración de sus propios sentimientos. Ana, Nadir, Samuel, Alicia o Sasha corren, se transforman y toman su propia voz a la vez que leemos y los descubrimos, nos quedamos con ellos mientras encuentran su lugar. Descubrir su sitio en un rincón donde la sensación de no pertenencia es constante, hasta que algo los consigue unir, de cierta manera, a todos. Por ahora, hasta que el tiempo cerrará mis heridas, tendría que conformarme con eso: con descubrir poco a poco quién iba a ser yo. Quién iba a ser yo sin deseos de volar.
Otros enlaces de interés:El templo de las mil puertas Anaïs Baranda Barrios

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