Revista Política

El veredicto

Publicado el 26 enero 2012 por Basseta
El veredicto Precisamente ayer volvía a Ibi hablando con una compañera sobre el posible veredicto en el llamado "juicio de los trajes" y lo que estaba tardando el jurado a pronunciar su decisión. Es evidente que el caso no estaba tan claro como parecía, pues de lo contrario no hubieran hecho falta tres días para decidir si existe responsabilidad penal (otra cosa distinta es la responsabilidad política, que Camps asumió al dimitir del cargo).
La conversación fue amena, contrastando opiniones de jurista a jurista, sobre lo que ha sido el transcurso del juicio, las pruebas, las conclusiones, las estrategias, etc. Nada más llegar a mi casa mi casa, me disponía a escribir una entrada con este tema y, mira por donde, me encuentro el titular en El País: El jurado declara no culpable al expresidente Camps.
No hay que vender la piel del oso antes de cazarlo, eso lo sabemos todos. De hecho, si Camps se hechó atrás cuando ya había dicho que se confesaría culpable, si Camps prefirió acudir a juicio, es evidente que contaba con la probabilidad de ser absuelto. Yo mismo he sido cauto durante todo este tiempo, pues estas cosas de la justicia, de los jueces y de los jurados tienen mucho peligro tocao.
Bien es cierto que no conozco el expediente judicial y no he estado en las sesiones de juicio. Mi opinión se basa exclusivamente en lo leído y escuchado en los medios de comunicación. Tengo que decir que, hasta anoche, mi opinión era que este juicio me había decepcionado desde el punto de vista profesional. Es decir, yo esperaba que en el turno de pruebas de la defensa apareciese, alguna prueba sorpresa, algún testigo oculto que desmontase algún pilar de la acusación, pero nada de eso tuvo lugar. Cuando llegó el turno de las conclusiones, encontré muy bien argumentadas e hilvanadas las de la parte acusadora, mientras que me decepcionó de nuevo la defensa de Camps, que se centró en criticar a jueces, fiscales, acusación y peritos.
Mi compañera de conversación de anoche me decía que ella no confiaba en el tribunal del jurado, que ella pensaba que pesaría mucho la ideología política de sus componentes. Yo le replicaba que ese riesgo existe igualmente cuando es un juez de carrera el que tiene que dictar sentencia. Ambos conveníamos en la dificultad de probar algo tan complicado: que los regalos se han hecho en atención al cargo que ocupaba y no por otros motivos.
El veredictoPero mi sorpresa ante el veredicto dictado es mucho mayor, ya que el jurado (5 votos contra 4, todo hay que decirlo), pone duda alguno de los razonamientos necesarios para fundamentar la condena, es decir, se pone en duda que se confeccionasen las prendas, se cuestiona el testimonio del sastre. Sin embargo, se da valor a la declaración del escolta que dijo que le prestó dinero a Camps y se afirma "no hay acreditación de que Camps no pagara las prendas" (la prueba de un hecho negativo es la llamada probatio diabolica, por su dificultad, es decir, es mucho más fácil probar que se ha pagado).
En fin, no me ha gustado este veredicto y espero que sea recurrido. Yo sigo confiando en la justicia, por principio. De momento, no hay otro sistema alternativo para dirimir los conflictos entre los seres humanos de forma civilizada.

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