Bien, ¿cómo empiezo? Supongo que por el principio.
Para los insensatos que aún no me conozcáis soyRaistlin en twitter, J para los amigos y lo que a
continuación vais a leer o al menos intentarlo, no puede considerarse una
crítica cinematográfica, entre otras cosas, porque no sé hacerlas y además, las
odio. Pero como mis amigos de @AhoraCriticoYo me han pedido una colaboración
para su aniversario, no he podido resistirme a tal honor. ¿Por qué odio las
críticas de cine? Sencillo, no soporto leer a gente que por escribir en un
periódico, revista o blog, se crea que sabe más que alguien que vive del cine,
y además hable con tanta vehemencia y seguridad de algo tan subjetivo como el
arte, pero ojo, que cada uno haga lo que quiera con su retraso mental.
¿De qué va?
Para aquellos insensatos que no la hayan visto
resumiré brevemente la historia. Una niña, Chihiro, entra con sus padres en un
pueblo que parece abandonado, estos, después de haber comido sin permiso alguno
en un local de dicho pueblo, son convertidos en cerdos y apartados de la niña.
A partir de este punto, comienza a anochecer y el pueblo que parecía
abandonado, comienza a llenarse de extraños dioses que acuden a un balneario a descansar
(acojonante ¿verdad?). Muy desde el principio cuenta con la ayuda de Haku, el
otro misterioso protagonista de la historia que guarda una relación especial
con Chihiro, e intentará ayudarla a escapar de ese mundo junto a sus padres.
Buscando este objetivo Chihiro conocerá multitud de personajes a cual más
extraño e interesante, y ya no cuento más porque no me apetece.
La crítica
Antes de entrar en materia con la película que nos ocupa, El viaje de Chihiro, quisiera apuntar un detalle, Si estás leyendo este post supongo que tienes ciertas nociones sobre su creador y del estudio del que nace, por lo que me parece importante señalar las notables diferencias entre esta película y la obra inmediatamente anterior del genio Miyazaki, La princesa Mononoke, una película que si bien contiene muchos de los elementos típicos de la obra de Miyazaki, tiene también acción y violencia a raudales, todo lo contrario que El viaje de Chihiro, que es una cinta mucho mas light y para todos los públicos. Por lo que considero interesante que, probablemente las dos mejores obras del director nipón, sean a su vez las más divergentes. Después de este apunte de poco o ningún interés para el lector vamos a lo que aquí nos ocupa, la película.
LO QUE ES ÚNICO EN ESTA PELÍCULA Según mi no tan
humilde punto de vista hay tres cosas que hacen especial a esta película:
Los maravillosos personajes que nos muestra: que en
ningún momento caen en tópicos ya manidos, como las brujas gemelas de la
historia, con una estética siempre recurrente en la filmografía de Miyazaki que
muestran el bien y el mal dentro de un mismo ente dividido en dos partes
físicas idénticas, o uno de mis favoritos, el Sincara, que intenta aprovecharse
de la codicia de los demás para engullirlos y así aumentar su poder, pero al no
poder corromper la pureza de Chihiro, acaba buscando la redención ayudando a la
muchacha. Y como no mencionar a Kamayi, el encargado de las calderas del
balneario, un hombre con tres pares de brazos que puede alargar o encoger a su
antojo y que cuenta a su servicio con un adorable grupo de trabajadores que no
son más que motas de hollín. Estos son los ejemplos más significativos de la
increíble gama de personajes y personajillos que nos presenta la cinta.
El buenrollismo que transmite: A pesar de la difícil
situación de la protagonista, en cada personaje, incluso en los que a priori
parecen malvados, encontramos cuanto menos un principio de bondad, una mínima
intención de hacer algo bueno por otro, de ayudar. Y eso contribuye a dejar en
el espectador, esa sensación, que solo un puñado de películas pueden conseguir,
y es que cuando terminas de verla, no sabes muy bien porque, pero se te queda
una sonrisa de gilipollas que tarda un tiempo en desaparecer.
Esa percepción de que: hay mucho más simbolismo detrás
de cada escena, matices que a lo mejor por cuestiones culturales o religiosas
no todos los espectadores conseguimos apreciar pero que si dejan un poso
de...eso quiere decir algo más. Y como ejemplo, mi escena favorita de la peli,
el viaje en tren que emprende Chihiro con sus amigos, que además coincide con
la mejor parte de la banda sonora y las imágenes más bellas y en algunos casos
perturbadoras, como esas personas que no son más que sombras de lo que fueron o
serán y esa niña esperando sola en una estación de paso.
Podría hablar más de la calidad técnica, de la belleza
visual o de la maravillosa banda sonora, pero sinceramente creo que sería un
insulto tanto para el autor del film como para ti, anónimo lector, ya que
considero que sabiendo quien ha parido El viaje de Chihiro, podrá gustarte o
no, pero la calidad y corrección en la factura de la cinta, es algo que se da
por hecho.
Nota final:Por
último, debería acabar poniéndole una nota, ¿no? Es lo que se lleva, ¿no?
Valorar de uno a diez el trabajo artístico y técnico de un montón de gente...me
parece algo realmente estúpido, una película te puede gustar o no, te puede
emocionar o no, incluso puedes estar en un momento anímico óptimo para verla o
no, ya que al ser una apreciación subjetiva, todo el contexto, tanto físico
como emocional contribuye de una forma u otra a valorar lo que ven y oyen
nuestros sentidos. Por tanto, yo no seré tan atrevido de valorar con la
simpleza de un número una obra de arte, simplemente diré que a mi esta película
me llega, me atrapa y me emociona y creo que (ahora viene lo que estaba
esperando durante todo el post) si eres tan gafapasta que puedes ponerle una
nota exacta a una película, te invito a que puntúes La Mona Lisa, El David o La
Catedral de Notre Dame por ejemplo.
En fin, esta es mi visión de la película, pero no
significa que sea más o menos válida que la tuya, simplemente es mía. Un saludo
y que la fuerza os acompañe.
publicado el 07 septiembre a las 15:33
Un aplauso. Me ha encantado la crítica, bastante bien hecha. Gracias.