Revista Infancia

El viaje del halcón

Por Dashira


El viaje del halcón
Un hermoso halcón llevaba tiempo anidado en la repisa del ventanal de la magnífica catedral de la ciudad. Desde allí contemplaba cada día a los turistas de diferentes países que disfrutaban y sonreían tomándose fotos con la catedral de fondo, haciendo nuevos amigos.Pero a pesar de todo el halcón se sentía solo, aburrido y con miedo de volar. Un día una paloma vecina que llevaba tiempo observándole se acercó diciéndole:
El viaje del halcón_ ¡Tú puedes ser y hacer todo lo que deseas! La vida es como esa flor que se abre con muchos pétalos y oportunidades y si no las aprovechas se marchitan y dejan de existir.El halcón con tristeza la miraba fijamente y le decía:   _  ¡Tengo miedo a volar! ¡No sé qué hay más allá de éste ventanal!_  ¡Tu vida no es el miedo, sino una vida elevada y victoriosa! _ indicó la paloma mientras se marchaba.Pero el halcón seguía aferrado a sus miedos, con la misma rutina, alimentándose sólo de los insectos que encontraba cerca.Una mañana, desde el ventanal, observaba a las personas montadas en el tren turístico que escuchaban atentamente la historia de cada lugar que les mostraban. Entonces el halcón, empujado por el deseo de salir de la rutina decidió agitar sus alas fuertemente y en ese momento todos los turistas miraron hacia el ventanal, maravillados por su agilidad y hermosura le empezaron a hacer fotos y vídeos. Entonces el halcón con gran decisión extendió sus alas al viento y comenzó a volar a gran altura. Luego utilizó su tercer párpado para limpiar las lágrimas, mantener una buena visión y disfrutar del vuelo.En su maravilloso viaje, conoció lugares interesantes e históricos. Hizo amistades con aves de diferentes especies y sobre todo… disfrutaba volando.Autora: María Abreu¿Es por tu inteligencia que se cubre de plumas el halcón y despliega sus alas hacia el sur?  (Jeremías, 8:7)

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