Estimad@s amig@s
Sinopsis
«No sé si hay vida
después de la muerte.
No me importa.
Lo que sí sé es que
hay vida
antes de la muerte»
Estas son las sentidas
palabras de Francisco Luzón, el
hombre que lo fue todo en el mundo de la banca y que en la actualidad sufre una
enfermedad «perversa» ¿cómo él la califica? llamada ELA. En este libro
narra, con emoción y valentía, la lucha
diaria contra un cuerpo empeñado en destruirse, la batalla contra el miedo para que no se apodere del alma y los
recuerdos de una vida intensa, de un
viaje que ha merecido la pena y que ha sido en sí mismo una recompensa.
«Todas las mañanas
pienso en la muerte. No más de cinco o diez minutos. Pero pienso en ella. Y no
lo hago con miedo. Lo hago con dolor en el alma»
Francisco Luzón
Reconocimientos
Ama la vida. Vívela con
pasión. Lucha por tu sueño. Te podrás caer, pero levántate con más impulso. La
vida es lo más hermoso que tienes.
«El viaje es la
recompensa»
Viejo proverbio chino
La
recompensa es el
libro, hablar de tu enfermedad, limitaciones, cambios de carácter,
de cómo vas perdiendo el control del habla, los movimientos, gestos. Tiene que
ser un ejercicio mental muy duro, y no al alcance de muchas personas.
Lo que más valoro del libro quizás sea el ejercicio de contar
su lucha personal contra la enfermedad, el sobreponerse a las limitaciones que
cada día la esclerosis lateral amiotrofia (ELA) va poniendo en su camino.
Algunas veces es necesario
leer este tipo de libros para que de verdad aprendamos a valorar lo que tenemos. La ceguera, el consumismo,
la falta de valores, nos impide ser felices con lo mucho o poco que tenemos. Disfruta
de lo que tienes, no añores lo que no tienes, comparte, construye el mañana, se
generoso…
«De nada sirve al
hombre lamentarse de los tiempos en que vive. Lo único bueno que puede hacer es
intentar mejorarlos»
Thomas Carlyle
A pesar del tesón, del esfuerzo, en ocasiones esa luz pierde parte de su luminosidad,
porque mi enfermedad no tiene cura.
Desde el primer momento supe que mi única esperanza consistía en recibir los mejores
cuidados posibles (…)
(…) hablamos a través de
una aplicación informática en mi teléfono móvil, que reproduce un sonido
metálico, sin matices, plano (…)
(…) mi carácter también ha
cambiado. Las emociones están a flor de piel. Lloro o río. Me cuesta controlar
las sensaciones, soy más impulsivo. ¡Impulsivo el hombre metódico y reflexivo
que ha dedicado su vida a la gestión bancaria con rigor de libro! Me cuesta
creer y aceptar que he perdido el tamiz que contiene las emociones. ¿Acaso me he convertido en un visceral?
¿Acaso ya no soy yo? El aislamiento en el que vivo, encerrado dentro de mi
cuerpo, me ha transformado en un hombre
diferente.
¿Qué hacemos los enfermos de ELA
en este mundo de fiestas, en este tiempo de celebraciones? Los enfermos no comemos. Los enfermos tampoco bebemos. Ni bailamos. Poco nos importan la ropa nueva o los perfumes
exclusivos. Si es esto la Navidad, ¿qué
sentido tiene para nosotros? ¿Cuál es nuestro papel?
(…) un solo sentido. Compartir ese
tiempo con la familia. Observarles,
disfrutar a través de su gozo (…)
(…) esforzarme por
mejorar. Y felicitarme porque estoy siendo
capaz de convertir mi situación en mi mayor fortaleza. A medida que mi
cuerpo se ha debilitado, mayor ha sido mi compromiso en la lucha diaria (…)
Pensar. Programar y planificar las sensaciones. Ese es el orden a seguir. Como si fuera
un analista de mis emociones. Me he convertido en un ser introvertido; tiendo
al aislamiento; vivo en el mundo propio; soy más intransigente y me enfado a
menudo. ¿Quién soy? ¿Me reconozco? ¿Me
reconocen? ¿Alguien intuye o puede captar el sufrimiento?
«Si supiera que el mundo se muere mañana,
yo hoy todavía plantaría
un árbol»
Martin Luther King
(…) yo no olvidare jamás
que los curas me aportaron los elementos clave para aportar mi vida personal y
profesional. Me pregunto si podría ahora
enfrentarme a la enfermedad sin ese aprendizaje previo del sufrimiento, sin la fortaleza en la que me he
curtido. Es muy probable que no (…)
«Siempre hay lugar
en las cumbres para el hombre valiente y esforzado»
Thomas Carlyle
«Todos los días hago
lo mejor para ser feliz mañana»
«Mi cuerpo que también conocía hasta la
aparición de la enfermedad, se ha convertido en una armadura pesada, que en
lugar de protegerme me impide moverme»
« ¿Piensa en la muerte? ¿Tiene miedo? ¿Es creyente? ¿Le ayuda Dios?». Me lo han preguntado en las últimas
entrevistas por el tema de mi enfermedad es inevitable. Naturalmente que pienso en la muerte. Cada mañana,
cuando me levanto. Pero me duran poco esos pensamientos, unos cinco minutos (…)
¿Cómo
no tener miedo? Es humano. Decía Nelson Mandela «El ser humano bravo no es el que no tiene
miedo; es el que lo supera» (…)
«Si algo me duele cada día más es no poder ser autosuficiente con
mi cuerpo. Depender de los demás para moverme, es como dejar de ser yo misma
Nunca
descendí por los abismos de la desesperación, intentare evitar esa ruta, pero
es difícil, a los enfermos nos invade la desesperanza porque carecemos de
armas con las que pelear (…)
«Las lágrimas son la sangre del alma»
San Agustín
(…)
luchar, luchar hasta el final (…) Sandro Pertini
«A veces en la vida hay que saber luchar no solo sin miedo, sino también sin
esperanza» (…)
En
los paulinos aprendí a sangre y fuego el valor del trabajo bien hecho.
Sin matices, sin recovecos, sin opciones. Ese aprendizaje lo llevé hasta los límites
en mi vida profesional (…)
« (…) Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta
de que solo tienes una»
Mario de Andrade
El viaje es la recompensa
Mi lucha por la vida
Francisco Luzón
La esfera de los libros
Link de interés
El hombre en busca de sentido
«Si se siembra la semilla con fe y se cuida con
perseverancia,
solo será
cuestión de tiempo recoger sus frutos»
Thomas Carlyle
Recibid un cordial saludo