Obra de Romina Andrea V.
Me pediste que posara para tu cuadro, necesitabas alguien que transmitiera dulzura, decías. Sabía lo importante que era para ti, de él dependía tu futuro en la Galería. Accedí gustosa y acudí día tras día al estudio dónde las horas transcurrían lentas, muy lentas, y tus ojos posados en mí revelaban todo lo que de ti no sabía.