Revista Coaching

El vicio de 'no pensar'

Por Jmbolivar @jmbolivar

La idea fundamental es que nos reeduquemos. Porque el sistema nos educa para ser exclusivamente productores y consumidores. Al sistema no le interesa que cada cual piense por su cuenta.Y si es importante la libertad de expresión, es mucho más importante todavía la libertad de pensamiento.

 José Luis Sampedro

loro adiestrado El Vicio de No PensarLa revindicación de la necesidad y el deber de pensar, y también del derecho a hacerlo, son temas recurrentes en este blog, lo cual por otra parte no deja de ser lógico teniendo en cuenta que se trata de un blog sobre innovación y productividad.

Como bien apunta José Luis Sampedro, el sistema [educativo] no tiene ningún interés en que pensemos, sino en que produzcamos y consumamos.

El problema de esta estrategia, que en la medida que producía los resultados deseados jugaba a favor del sistema, es que ahora se vuelve contra él. Buena parte de los problemas de falta de innovación y productividad a los que nos enfrentamos se deben precisamente a esta búsqueda absurda de la conformidad por parte del sistema educativo.

Porque la búsqueda de la conformidad es siempre en detrimento del pensamiento crítico y tiene como consecuencia que muchas personas abandonen el hábito de pensar. No pensar es la razón por la que existe tal cantidad de timos que explotan a diario creencias absurdas y lo más grave es que quienes creen semejantes estupideces son con frecuencia personas con niveles de formación supuestamente elevados.

El resultado de este sistema educativo es que muchas personas han sustituido el sentido común por los lugares comunes. En lugar de cuestionarse mínimamente las cosas las aceptan ciegamente, sin más. No es de extrañar por eso que muchos confundan correlación con causalidad o culpen a las cosas de lo que en realidad no son más que sus propias imperfecciones.

Estas personas dóciles y crédulas eran muy útiles al sistema cuando la producción requería mano de obra intensiva en cadenas de montaje. Pero ahora, ¿se puede ser un trabajador del conocimiento y no pensar? ¿Son posibles la innovación y la productividad sin reflexión?

El vicio de no pensar es una de las barreras de entrada a la adopción de GTD. GTD te obliga a pensar y si no lo haces, el sistema no funciona.

Uno de los elementos diferenciales de la metodología GTD es reconocer que en el trabajo del conocimiento la tarea no se presupone sino que hay que determinarla. Es decir, hay que pensar antes de hacer. Por eso, buena parte de la metodología GTD son preguntas de coaching que te incitan a pensar para que tomes una mayor conciencia de las implicaciones a corto, medio y largo plazo de tus decisiones sobre lo que haces y sobre lo que no haces.

Para ser productivo hay que huir del pensamiento único y de los clichés, como por ejemplo el mito del esfuerzo, ya que la productividad no es tanto fruto del esfuerzo sino de buscar constantemente formas más eficaces de hacer las cosas o, lo que es lo mismo, de innovar y ser creativos.

El vicio de no pensar es simplemente un [mal] hábito y por tanto se puede cambiar. En realidad, se trata de sustituirlo por otros [buenos] hábitos, como por ejemplo ejercitar permanentemente la curiosidad, aprender constantemente, contrastar puntos de vista, preguntarte si lo contrario podría ser también cierto y si hay otras alternativas que podrían ser válidas o, sencillamente, aplicar el principio de la Navaja de Ockham.

El hábito de pensar antes de hacer no sólo te hace más productivo sino que también te acerca más a lo que eres y a lo que quieres. ¿Tú qué piensas?


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