*** La lagartija que se asoma curiosa al libro es un marcapáginas muy original y divertido que me regaló hace años mi madre.
El viento en los sauces de Kenneth Grahame es uno de esos libros de los que no puedes olvidarte jamás una vez leídos, más aún si has tenido algún tipo de contacto con él cuando eras niño, tanto a través de su lectura como de la maravillosa adaptación en dibujos animados. Escrito en 1908, es uno de los clásicos infantiles más recordados por los niños británicos, junto a Peter Pan de J. M. Barrie, Winnie the Pooh de A. A. Milne, o los famosos animalitos de Beatrix Potter, miembros todos ellos de la época dorada de la literatura infantil inglesa.
La historia surgió como un intento de Grahame por hacer dormir a su hijo por las noches, lo que empezó como una serie de cuentecillos nocturnos, terminó en una extensa novela de unas 300 páginas. Lo bueno que tiene El viento en los sauces, al igual que el resto de autores que he nombrado, es que puede leerse con igual pasión tanto por niños como por adultos. Con los valores que contiene, amor a la naturaleza y al calor del hogar, amistad o lealtad; y con su lenguaje poético y evocador, consigue el autor trasladarnos a la ribera de un río, donde diversos animales conviven en armonía, disfrutando de los sencillos placeres de la vida: la buena comida, la compañía de los amigos y un entorno natural que respetar. También se dan ciertos valores, sin caer en ningún momento en la moralina, especialmente a través del personaje del Sapo, el más divertido de todos ellos. El Sapo es un vanidoso y rico propietario que está haciendo siempre locuras, por lo que acaba teniendo más de un problema. Sus amigos, el ratón de agua, el topo y el tejón tendrán que acudir a su rescate en más de una ocasión. Es un libro que a cualquier niño le encantará, pero que a cualquier adulto que quiera perderse en un mundo se ensueño, le hará disfrutar también.
Y para terminar, una curiosidad, Pink Floyd tituló su primer disco The Piper at the Gates of Dawn en homenaje a uno de los capítulos de este libro (El flautista a las puertas del alba), en el que los protagonistas se encuentran ni más ni menos que al dios Pan Syd Barret, el entonces líder del grupo era un gran admirador de éste libro, y el responsable de trasladar este mundo de ensueño a sus canciones . Os dejo un vídeo de éste disco de Pink Floyd, uno de mis grupos favoritos, la canción Astronomy Domine. Aunque me encanta la evolución posterior del grupo, soy una incondicional de Barret, que tuvo que dejar Pink Floyd al empeorar su enfermedad mental y que falleció tristemente en 2007 a los 60 años.