Revista Cultura y Ocio

El vigilante. Peter Terrin

Por Mientrasleo @MientrasleoS

El vigilante. Peter Terrin
     "- Tiene que salir bien.
     Harry, nervioso por el aprovisionamiento, despliega el plano del sótano sobre la mesilla, aunque nos lo sabemos de memoria: ciento veinte plazas de aparcamiento, divididas en cuarenta garajes vigilados, uno para cada apartamento de lujo de mil metros cuadrados. Lástima que no lo construyeran simplemente rectangular; tal vez lo impedían la estructura y los cimientos del edificio. No soy ingeniero. Pero una planta rectangular con las plazas de aparcamiento dispuestas a lo largo habría facilitado en gran medida las labores de vigilancia. Harry sospecha que este diseño tan caprichoso se hizo a instancias de los clientes, que se dio prioridad a su comodidad."

     La verdad que me enteré de la existencia de este libro en la red. Cuando me quise dar cuenta lo veía por twitter línea sí, línea también. Y me acabó por picar la curiosidad tanto que me lo tuve que comprar. Por eso, hoy traigo a mi estantería virtual, El vigilante.
     Conocemos a Harry y Michel. Son vigilantes en el sótano de un bloque de apartamentos de lujo que apenas tiene movimiento pese a que los residentes deberían de salir por ahí en sus coches. Trabajan contratados para la Organización y jamás salen del sótano. Por lo que a ellos respecta, fuera podría estar pasando cualquier cosa. Cumplen su labor de vigilancia con una meticulosidad extrema esperando ascender a la élite cuando algo sucede: los residentes salen del edificio. Todos. Excepto uno, por lo que parece. Así que algo ha debido de suceder.
     Una de las primeras dudas con esta novela es saber si es o no una distopía. Lo es, claro... aunque no sabemos absolutamente nada del exterior. Es imposible que lo sepamos ya que el narrador es uno de los vigilantes, Michel, y ellos viven incomunicados. Sin embargo llega un momento en que nos preocupa lo que sucede, o tenemos curiosidad por lo que ha sucedido. La historia se centra en la vida de estas dos personas que viven aisladas del exterior, en un lugar en el que no se ve la luz y por el que apenas pasa nadie salvo para entregarles provisiones. Sus rutinas son el ancla al que agarrar sus pensamientos para seguir adelante. Los paseos, las horas, los recuentos... el orden estricto en el que viven. Un orden que el narrador consigue hacer respirar al lector. Y también la intranquilidad cuando comienzan a suceder cosas que no están previstas; residentes que se van, teorías sobre los motivos, comida que se retrasa en llegar... todas esas cosas van minando la fuerza de los vigilantes dando lugar a dos reacciones bien distintas. Porque si ahora simplificase la historia a decir que son dos hombres encerrados estaría cometiendo un error.
Esta historia es la historia de una paranoia, de una mente que ha sido sometida a uno de los peores castigos conocidos ya entre los reclusos de guerra: el aislamiento. A partir de ese aislamiento construyen un mundo en el que la Organización parece una deidad y el sótano un mundo. Y cuando se sienten solos en ese mundo del que ellos son protectores se tambalea su razón para existir, tienen que encontrar esa razón como sea, aunque se trate de un único residente. Es su trabajo, su vida. No hay más.
     Terrin nos cuenta en un puñado de páginas una historia densa con una gran carga psicológica que asfixia al lector que asiste sin la posibilidad de intervenir a lo que pronto empezamos a anticipar con un "esto no acaba bien". Y vamos viendo como tras la primera chispa se desencadena el grueso de la historia, y no podemos hacer otra cosa que mirar, la tensa espera a que algo se rompa, porque sabemos que se va a romper. Desde las primeras páginas. Tengo que decir que esa parte de la novela está logradísima ( y me guardo un par de ases en la manga que quiero descubráis vosotros al leerlo). Como punto flaco, me hubiera gustado un Michel más fuerte, más decidido... pero porque siento una particular predilección por ese tipo de personajes.
      Una novela con un fuerte componente psicológico que hará que nos lo pensemos dos veces antes de bajar a buscar el coche. Y un aviso... no es una novela de terror.
     Edito: lo he pensado, me ha durado un día entero y comentarlo por encima con un par de personas. Quizás lo bueno es lo que escondemos, lo que no se ve, la aparente ausencia. Me gusta Michel. Y me gustan los libros que me hacen pensar una vez los he terminado.
     Gracias
     PD.
     Hace unos días preguntaba si os apetecía un sorteo. Bien, siguiendo con el tema os dejo un adelanto:
   
El vigilante. Peter Terrin
     Como aún no está a la venta, esta fue la primera foto que nos enseñó el autor del título que ganó el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla (y que está justo bajo la estatuilla):
     es decir, que sortearé un ejemplar de Secretos del Arenal, de Félix G. Modroño.
     Que me decís, ¿os apetece Secretos del Arenal? Porque no tardaré en daros los datos y fechas del sorteo.

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