"Como algunos predijeron, ha emergido un nuevo tipo de guerra, que para no complicarse la vida llaman Nueva Guerra. Una guerra de cuya existencia nadie está seguro; nadie sabe si todavía no se ha desencadenado o si ya se ha desatado en toda su intensidad. Algo salido de una novela futurista. Todo son especulaciones sobre las armas y las heridas, qué objetivo tiene cada uno de los bandos. Eso es precisamente lo que caracteriza esta guerra mundial. Eso es lo que ha hecho huir a todo el mundo: nadie sabe quién es el enemigo."Nadie sabe quién es el enemigo. O si realmente ese enemigo existe. Nuestro bando es aquel en el que estamos, indudablemente, pero, ¿quién pertenece al otro bando? y, ¿estamos seguros de que quienes están con nosotros están de nuestro lado? ¿Puede un exceso de celo hacernos sospechar de todo y todos? ¿Puede nuestra obsesión por la seguridad hacernos ver amenazas en todas partes? ¿Se puede crear una guerra de la nada? La Nueva Guerra, sí, al final va a ser este el nombre apropiado. ¿Y si el enemigo fuese uno mismo?
Portada de El vigilante
Harry y Michel son los vigilantes de un edificio de apartamentos de lujo. No sólo es ese su lugar de trabajo, también viven allí, en el sótano, vigilando los garajes. Han sido contratados por algo conocido como la Organización. No pueden tener contacto con los residentes. No cuentan con más luz natural que la que se cuela por una rendija de la puerta de entrada. La organización les envía provisiones periódicamente pero últimamente cada vez tardan má en recibirlas. Un día todos los residentes abandonan el edificio excepto uno. Harry y Michel continúan en el sótano con sus labores de vigilancia, han de cumplir el cometido por el que han sido contratados, hasta el final. Tal vez así les llegue un merecido ascenso y puedan salir al mundo exterior. Esperan también la llegada de un tercer vigilante. ¿O no?"Es tan vulnerable como cualquier ser humano. Me concentro en el punto en que su columna vertebral se une a su cabeza. Veo claramente la curvatura de los huesos entre los cabellos hirsutos. Podría encañonarle en la base del cráneo y apuntar a la frente para que la trayectoria de la bala a través del cerebro fuese lo más larga posible. Podría hacerlo; nadie sospecharía de mí. Pero no lo hago. No le mato. El instinto de supervivencia me lleva a perdonarle la vida. Le sigo de cerca. Parece lo único que todavía soy capaz de hacer. Sin Perec, me deslizaría por la fachada lisa hasta caer al lado de su cadáver y esperaría lo que tuviese que venir."
Acensor. Fotografía de Reindertot
Lo primero que me llama la atención de "El vigilante" es el aislamiento al que están sometidos Harry y Michel. No sólo física sino también informativa. Conocen el cometido de su misión pero no saben nada de lo que sucede en el resto del edifico ni tampoco de lo que ocurre en el mundo exterior. Nosotros aún sabemos menos. Vamos conociendo lo que va pasando en el sótano, lo que hacen los dos vigilantes, pero ignoramos cual es la situación que les ha llevado a ese trabajo en el que no pueden salir fuera. No sabemos qué es exactamente la Organización ni qué poder tiene. Intuimos que el mundo se ha vuelto un lugar inseguro pero no se nos dice cuál es exactamente el peligro ni cómo se ha llegado a ese estado de alerta permanente. Podéis haceros muchas preguntas al respecto pero ya os adelanto que no tendréis respuestas. Agradezco que así sea, porque a mí la ciencia ficción me suele acabar cojeando y así Peter Terrin, el autor de esta novela, deja todo el espacio de su historia para lo que a mí me interesa y me impulsó a leer este libro: los ocultos recovecos y resortes de la mente humana."A pesar de la incertidumbre de la respuesta, la pregunta no me incomoda; habérmela planteado significa que pienso. Seguramente, a la larga, los malos vigilantes dejan de pensar en su situación; la rutina es un enemigo insidioso."Es Michel quien nos cuenta la historia. Y aunque pueda parecer lo contrario esto hace que conozcamos mejor a Harry que a él. O tal vez no lleguemos a conocer a Harry pero sí sabemos lo que pasa por su cabeza. Michel parece dejarse llevar por Harry, tendremos que esperar a que avance la novela para oír su propia voz. Nos va contando lo que va sucediendo, muy aséptico todo, casi sin emoción. Más que partícipes o cómplices nos hace testigos. A mí me gusta meterme hasta el fondo en los libros, lanzarme al abismo sin red (por algo soy pájaro y tengo alas que me salvan). En este caso creo que Terrin ha sido magnánimo al ofrecernos esa distancia. El sótano está oscuro, la puerta está cerrada, te puedes perder, tal vez no vuelvas a encontrar la luz.
"Me da un poco de tiempo para pensar; quiere que tome la decisión correcta, como él. No puedo dudar más. Debo hacer lo que me ha enseñado. No puedo decepcionarle. Quiero que esté orgulloso de mí. El Harry de siempre. Me está esperando. Me está esperando porque me quiere."
Lock, Light an Love. Fotografía de Matthias Ripp
Todo es imprevisible en este libro. Estás en una página, releyéndola incluso para asegurarte de que lo estás comprendiendo todo, y no tienes la menor idea de lo que va a ocurrir en la siguiente. Poco os puedo contar. Pero hay cosas de las que os he de advertir.El aislamiento conduce a la alienación.
A medida que nuestro mundo se reduce perdemos la perspectiva.
Necesitamos dar un sentido a nuestra existencia y nos agarramos a él como a un clavo ardiendo.
Nos gusta que nos digan lo que tenemos que hacer. Así la responsabilidad de nuestros actos se diluye.
Si no obtenemos respuestas a nuestras preguntas las respondemos nosotros. No importa si nuestra repuesta es la correcta, para nosotros siempre lo es.
No es conveniente creernos todo lo que nos dicen por mucho que confiemos en quien nos lo dice.
El mayor miedo siempre es el que desconocemos.
¿A qué tenemos miedo si nuestro miedo no tiene nombre?
El mayor peligro está dentro de ti.
"Estoy estirado encogido, acurrucado, me protejo a mí mismo. He quedado reducido a mis ojos, mi nariz y mis orejas; he perdido el rostro, soy un pequeño animal que vive en el centro de esta madriguera oscura y sofocante."Voy a abrir la puerta del sótano. Sólo unos segundos. Tienes que decidir si quieres entrar. Una última advertencia: recuerda que para Harry y Michel tan sólo eres una amenaza.
Bang Bang. Fotografía de Adrià Ariste Santacreu
Ficha del libro:Título: El vigilante
Autor: Peter Terrin
Editorial: Rayo Verde
Año de publicacion: 2014
Nº de páginas: 224
Premios: Premio de Literatura de la Unión Europea 2010
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