Al principio, siempre que se hablaba del sida se decía que era una enfermedad mortal. Después, al menos en los países del primer mundo, ha pasado a ser una enfermedad crónica, que admite tratamiento, pero no curación. Ahora, se ha demostrado por segunda vez que el VIH se puede curar en bebés. Médicos de Estados Unidos administraron medicamentos contra el sida a una niña con cuatro horas de vida.
El año pasado se anunció que un bebé nacido con VIH había sido curado por un tratamiento agresivo con antiretrovirales -fármacos para tratar el VIH- tan sólo 30 horas después del nacimiento. Muchos no se lo creyeron. Hace unas semanas se presentó un nuevo caso de un segundo bebé libre de VIH, lo que parece indicar que el tratamiento precoz realmente funciona. Podría haber otros cinco casos en Canadá y tres en Sudáfrica, según se reveló en una conferencia sobre Retrovirus, celebrada en Boston.
También se va a poner en marcha un ensayo clínico en el cual 60 bebés que nazcan infectado van a ser tratados dentro de las primeras 48 horas de vida. Si el estudio funciona (llevará varios años el seguimiento de los bebés para determinar si han sido curados), podría cambiarse el protocola de tratamiento de los más de 250.000 bebés que nacen infectados cada año en todo el mundo.