Revista Cine

El violin y la aplanadora

Publicado el 03 diciembre 2012 por Rogolagos
EL VIOLIN Y LA APLANADORAMientras esperaba que mi sobrina disfrutara de sus clases de ballet en la academia de Sara Nieto, me tocaba ver como algunos papás ilusionados con sus hijas practicamente las obligaban a ir a las clases a sus pequeñas niñas (algunas de 4 años) porque lloraban todo momento sin querer cruzar el umbral de la puerta, pese a que los papás, mintiendo descaradamente, les decían que en las salas estaba Angelina Ballerina su ídola del Discovery Kids. A veces a los padres les gustaría que sus hijos antes de ser ingenieros o doctores, aprendan a tocar el violìn y el piano, como para que dominen sus dos hemisferios cerebrales. Como si el estres de las tareas del colegio no bastara para que los niños tengan otras actividas extraprogramáticas que no muchas veces les entretienen. Al menos en Chile ser músico por vocación no es el trabajo que los padres desean para sus hijos, por lo mismo es que no hemos tenido tantos mùsicos, salvo una generaciòn que comenzó a fomentar las orquestas juveniles en colegios de Chile, que generò una generaciòn de interesantes músicos que espero que sigan con sus talentos intactos sin la contaminaciòn de las carreras "rentables".
EL VIOLIN Y LA APLANADORAEn Rusia no ocurre algo tan parecido, siempre se ha escuchado de los grandes interpretes rusos, así como los bailarines y dramaturgos, es que el talento de los escenarios ha sido parte del firmamento de grandes figuras rusas. Tambièn parten de pequeños como Sasha (Igor Fomchenko) que con su corta edad sale a sus clases de violìn, en un barrio complicado, el resto de los niños prefieren jugar en la calle, mientras se burlan del músico. En medio de esa presión casi como un salvador aparece Sergei (Vladimir Zamanskiy) un operador de una aplanadora que lo defenderá.
EL VIOLIN Y LA APLANADORAAl regreso de las clases Sasha se reencuentra con Sergei que está en su hora de colación, ahí el hombre y el niño comienzan a hacerse amigos, èl le enseña a manejar la inmensa máquina que es capaz de aplastar calles y el niño su violín, como si dos opuestos en volúmen, peso y trabajo no pudieran tener algo en común, se simpatizan y comparten sus soledades. La ciudad se sigue transformando en esos días en que la Unión Soviética ya no tenía a Stalin al poder, las bolas de acero derrumbaban lo antiguo para dar paso a otro tiempo, a ver las cosas de otro modo, a pesar de la lluvia que intenta separar la amistad. El adulto y el niño son personas iguales que tienen sueños, miedos y un mundo desconocido, Sergio nunca había tenido en sus manos un violín, no notaba lo frágil que podían ser esas finas maderas que se transforman en el sonido fino. Así el canto del motor y del violín conversaron, se entendieron y fueron canción.
Ahora no se podría entender la amistad entre un niño y un adulto, en tiempos en que abrazar y hacer cariño a un niño es algo delicado y desconfiado, el mundo que Tarkovsky presentó en su tesis de cineasta, se convierte en una fábula de lo que pudo ser una gran amistad.
Saludos a todos.
Bonus Tracks
1.- Película en IMDB
2.- Comentarios en Filmaffinity
3.- Каток и скрипка en Wikipedia
4.- Trailer

5.- Pelìcula completa

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