Esta foto cubre toda la superficie de la plaza un 24 de marzo para mostrar el vacío, la sensación de quietud y silencio. Pero esta fotografía no fue tomada en la madrugada de hoy sino del 24 de marzo de 1976 cuando los militares ya comenzaban a tomar la Casa Rosado para dar el golpe y destituir el gobierno de Isabel Martínez de Perón.
De allí que hoy, 44 años después de aquel día trágico, el mejor homenaje que les podemos hacer es seguir su ejemplo, y poner lo que tengamos de poner de nuestra parte, aun en estas circunstancias (sobre todo en medio de ellas) para construir una sociedad regida por los valores por los que ellos abrazaron la militancia.
Con el aislamiento obligatorio por el coronavirus como contexto, que un 24 de marzo no sea un día de marcha en el país es toda una novedad. No sabemos aún cuál será el desenlace de la pandemia del Covid-19, ni sabemos qué nuevas turbulencias sociales, financieras, políticas, económicas y militares podrá desatar pero, a la vez, divisamos también signos de una transformación en ciernes.
Toda crisis deja secuelas en la memoria histórica de los pueblos, las huellas del infierno deben seguir intactas, porque la comprensión del pasado es esencial, no solo para dimensionar el presente, sino también para transformar el futuro. La solidaridad es el vector necesario para dar vuelta la taba de las sucesivas derrotas del ser humano.
Es que la imposición de la jornada que conmemora el inicio de la última dictadura cívico-militar en el país como feriado tiene en las masivas convocatorias la mayor muestra simbólica de su relevancia.
Esas políticas de Estado habilitaron también la realización masiva de juicios por los aberrantes delitos de aquellos oscuros tiempos.
Y Córdoba fue escenario de un proceso que englobó varias circunstancias distintas en el marco de sistemáticos delitos de lesa humanidad. La megacausa "La Perla" fue un hito. Y el Centro de Producción e Investigación en Comunicación (Cepic) de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba registró, de un particular modo, ese camino, en "La sentencia, crónica de un día de justicia". Con la vivencia, en el minuto a minuto, de seis protagonistas.
Dirigida por Guillermo Iparraguirre. Aquí está, completo.
Para ver en casa en medio de la revolución menos pensada.