El vizconde y la cazafortunas de Lorraine Heath

Sinopsis:
El amor era la semilla de la locura. El vizconde Locksley había visto cómo se cumplía la premisa en el caso de su padre, tras la muerte de su adorada esposa. Pero cuando su progenitor decidió desposar a la cazafortunas de cabellos de fuego Portia Gadstone, Locke se sintió obligado a tomar medidas drásticas para impedir que esa mujer de impresionante belleza se aprovechara de su padre. Y un matrimonio cuya única finalidad fuera el placer mutuo podría resultar de lo más conveniente, por supuesto siempre que no se filtrara ningún sentimiento inconveniente.La desesperación había empujado a Portia a acceder a casarse con un demente. El acuerdo le ofrecería la protección que necesitaba. Al menos eso pensaba hasta que el inquietantemente atractivo hijo del marqués leyó la letra pequeña del contrato… ¡y decidió ocupar el lugar de su padre!De repente la tranquila y, sobre todo, segura unión que Portia había planeado había sido transformada en otra, rebosante de traviesas tentaciones y abierta a la posibilidad de que le rompieran el corazón. Porque, a medida que iba enamorándose de su endemoniadamente seductor marido, sus oscuros secretos empezaron a aflorar, amenazando con destrozarlos a ambos, a no ser que Locke fuera capaz de arriesgarlo todo y abrir su corazón al amor.

Opinión personal:
Esperada tercera entrega de la trilogía, existe una cuarta, pero es un relato corto que cuenta la historia del Marqués, personaje tierno, inteligente y que aparece en las tres, cuya historia leeré seguro, aunque será lectura en inglés – When the Marquess falls-
No voy a decir que la historia de Portia y Killian haya estado a la altura de lo que esperaba, la verdad es que me encanta Lorraine Heath, una de las pocas autoras que me animo también a leer en inglés ya que no se traducen todos sus libros y, el ansia me puede. Pero, como todas sus entregas, tiene un estilo que hace que prácticamente sus novelas se lean solas.
«El vizconde y la cazafortunas» tiene el problema de que durante el primer tercio se abusa de las escenas de cama, que prácticamente, son el sustento de una relación forzada por ambos protagonistas, cuya historia casi se puede leer en la sinopsis que poco deja la imaginación. De todas formas, el final ha supuesto una grata sorpresa. Y digo grata porque es difícil sorprenderme ya y, pese a que Lorraine Heath siempre acostumbra a regalarnos historias originales con protagonistas que no son nada usuales dentro de la novela histórica, aquí creo que ha dado un paso más.
Con una escena inicial que rompe esquemas, te deja con ansias de continuar leyendo para saber cómo ese matrimonio de conveniencia para una y forzado para el otro llegará a buen término. Admito que ha sido una novela con un ritmo algo desequilibrado. Me explico. Gran parte de la novela, como he comentado, transcurre en el día a día de ambos, pero con pocos cambios y, siempre culminando con una escena de cama que se alarga y cuyos juegos tienen gran parte del protagonismo. Que son dos personas que se desean queda plasmado en cada página pero, también, de forma sutil, ciertas escenas ayudan al lector a ver esos ínfimos cambios que los sentimientos de ambos sufren a medida que transcurren las escenas. Quizás demasiado sutil. Y, en el último tercio, es cuando todo cambia. No es una novela apta para leer en diagonal, porque si algo queda claro desde el principio es que Portia no es quien dice ser y la autora deja en una frase aquí y otra allá información muy importante. Ningún personaje aparece al azar y todos tienen un papel importante.

Killian es un protagonista encantador, en serio. Su relación con el marqués me parece verdaderamente tierna y de un amor filial enorme. De él llevamos dos novelas leyendo que no es capaz de amar y que no quiere amar a nadie, no obstante, se nos muestra como incapaz de no hacerlo y, en esta novela, creo que como en pocas, se muestra lo que un hombre es capaz de aceptar y perdonar por amor. No son sus capacidades amatorias con las que la autora nos distrae su mejor característica, sino su capacidad de amar por encima de él mismo. Mucho ha sacrificado por amor y, al mismo tiempo, que se van desvelando esos secretos de Portia, también iremos conociendo al hombre que vive en la soledad de esa finca encantada.
Portia es desvergonzada. Admito que, para mi gusto, a la autora se le ha ido un poco la mano. Es tan bella como coqueta pero, al mismo tiempo, sencilla y totalmente falta de orgullo altivo, pese a que tiene un fuerte carácter por el que no se dejará amedrentar por nada ni nadie y será capaz de poner los puntos sobre las íes cuando lo considere necesario. Es un personaje que me he estado cuestionando hasta prácticamente el final.
Creo que hay supuesto uno de mis grandes peros. Cuando llegas al final de la novela puedes entender que ha sido una forma más de no esconder su pasado, pero me pregunto ¿dónde dejan esas conversaciones tan gratuitas a los caballeros? Llevo tanto tiempo leyendo que un caballeronunca habla de ciertos temas que me ha sorprendido negativamente encontrármelo en más de una conversación en este libro.
Me hubiera gustado que se aprovechara más ese ambiente gótico de la mansión. Aunque veo como una buena metáfora el trabajo que hace ella con algunas habitaciones.
No es una novela que me haya gustado especialmente pero, tan solo por ese arriesgado final, con una protagonista que creo que es la primera que me he encontrado con esa misma característica, merece la pena leerla. No será hasta ese desenlace, que su romance se muestre como algo especial. Aunque la autora trata de transmitirnos qué hace que el fuerte resentimiento y prejuicio que siente Killian por Portia se vaya transformando en amor, por un lado; y cómo esos pequeños detalles van rompiendo la coraza de una mujer que no quiere volver a enamorarse, por el otro. En el fondo ambos tienen mucho que arriesgar y al final, la gran sensación e idea que queda es lo mucho que un ser es capaz de sacrificar por el amor incondicional y desinteresado de otro. Una idea preciosa, que será con lo que me quedaré.No quiero terminar sin remarcar la figura del Marques, personaje muy importante en esta serie, y que me ha regalado más de una actitud ante la que me quito el sombrero. Ahora toca leer su historia.
Nota: Me ha gustado mucho la nueva edición con portada con solapas.  

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 Pepa