Revista Cultura y Ocio

El vuelo: El regreso de Robert Zemeckis

Publicado el 17 febrero 2013 por Mike_lee
El vuelo: El regreso de Robert Zemeckis
Tras una noche de juerga, el piloto Whip Whitaker salva su avión y a la tripulación de lo que podría haberse convertido en un desastroso accidente. Sin embargo, la comisión encargada de investigar el suceso encuentra indicios de que el piloto se encontraba bajo la influencia del alcohol y de otras drogas mientras volaba, lo cual sitúa a Whitaker en una encrucijada moral que le llevará a replantearse quién es.
El vuelo (Flight) supone la vuelta de Robert Zemeckis, director de películas ya clásicas como la trilogía de Regreso al futuro o ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, al cine de imagen real después de una década dedicado a experimentar con la animación basada en la captura de movimiento en películas irregulares como Polar Express, Beowulf y Cuento de Navidad. En su regreso, Zemeckis nos trae un drama centrado en el viaje interior que emprende su protagonista y que aborda temas similares a los que ya aparecían en dos de sus películas más destacadas, Forrest Gump y Náufrago.
El guión de El vuelo corre a cargo de John Gatins (Acero Puro) y nos presenta el conflicto moral que afronta un piloto que, aunque salvó su avión de un accidente, volaba ebrio. Con esta premisa se desarrolla una película centrada en las dudas de su protagonista, incapaz de asumir su alcoholismo por los traumas que arrastra de su pasado, y el efecto que esto causa en quienes les rodean. La historia de El vuelo resulta bastante interesante, sobre todo por el conflicto que rodea constantemente al protagonista y los secretos que guarda, si bien es cierto que hay algunas subtramas que no terminan de cerrarse (la participación de la adicta  a la heroína) y que su tono más amable y apaciguado no la convierte en una película tan impactante como otras de temática similar en las que la autodestrucción en la que se halla sumido el protagonista hace revolverse en sus butacas a los espectadores, como sucedía con las indispensables El Luchador, Crazy Heart o la perturbadora Shame.
El vuelo: El regreso de Robert Zemeckis
Además, El vuelo se hace un poco larga (roza las dos horas y media), lo cual no impide que Zemeckis demuestre que se encuentra en forma como narrador. En este apartado destacan las escenas de cierta carga dramática alternadas con otras más cómicas, lo resultonas que quedan canciones míticas como Gimme Shelter, Sympathy for the Devil o With a Little Help from My Friends con ciertas escenas; y sobre todo la secuencia del accidente, que consigue transmitir angustia y tensión nada más empezar la película. Por otra parte, el ritmo decae en algunos tramos y el componente espiritual no termina de encajar con el tono más ambiguo y desenfadado que predomina en el comienzo de la película.
El vuelo: El regreso de Robert Zemeckis
Para su regreso, Zemeckis ha contado con un gran actor que aguanta sobre sus hombros el peso de la película, como ya hiciera Tom Hanks en Náufrago. En esta ocasión, Denzel Washington se pone en la piel de Whitaker, derrochando carisma al plasmar con naturalidad las tribulaciones del protagonista y sus actos más canallas. Le acompañan dos secundarios de peso como Don Cheadle (Iron Man 2) y el siempre genial Bruce Greenwood (Star Trek), Kelly Reilly (Sherlock Holmes) se deja ver con un papel poco perfilado, y John Goodman se confirma como el actor secundario del momento con una breve pero antológica aparición. 
El vuelo: El regreso de Robert Zemeckis
A pesar de sus altibajos, El vuelo es una película que consigue interesar a los espectadores por el destino de su protagonista y la encrucijada moral ante la que se encuentra. Puede cuestionarse su solución más convencional o la prácticamente inexistente banda sonora de Alan Silvestri para la ocasión, pero el regreso de Zemeckis y la interpretación de Washington merecen la pena.

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