Entre locura, memoria y pérdida. El joven caravaqueño transforma su herida personal en un relato poético.
Por: Alberto Berenguer / Instagram: @tukoberenguer, @delecturaobligada

Su novela “Historia de un Cuervo” se sumerge en temas como la locura, la pérdida y la lucha interna. ¿Qué fue lo más desafiante de narrar desde la perspectiva de un protagonista tan atormentado como Cuervo?
Al principio, mi novela era una ficción pero, conforme más escribía, se acabó convirtiendo en un reflejo de mi realidad o, más bien, la ficción en un guion de mi vida. Eso fue lo más duro, sufrir aquello que escribía.
El tono poético y crudo de su escritura destaca a lo largo de la obra. ¿Cómo encontró ese equilibrio entre la belleza de la palabra y la crudeza de las emociones que transmite?
Supongo que lo he heredado de todos los autores que he leído, de mis experiencias de vida, de beber, de sufrir una depresión mientras escribía. Me sale solo, no lo busco; de hecho, he intentado escribir novelas más divertidas pero siempre acabo escribiendo historias melancólicas.
Muchos lectores comentan que la novela se siente casi como un diario íntimo y oscuro. ¿Cuánto de autobiográfico hay en esta historia y cuánto nace de la pura ficción?
Ojalá pudiera responder a esa pregunta.
El personaje de Cuervo parece enfrentarse a “monstruos interiores” tanto como a circunstancias externas. ¿Para usted, la verdadera amenaza en la historia es psicológica más que física?
Pffff, los peores demonios son creados por la imaginación y no son para tanto desde el exterior, desde un punto de vista objetivo y no uno personal sesgado por miedos, creencias, inseguridades y cicatrices.
¿Crees que el Cuervo es un personaje que podría renacer en otra obra futura o su viaje terminó definitivamente en estas páginas?
Renacerá, pero tardará un buen tiempo en hacerlo; antes escribiré otras novelas.
La portada es la primera puerta que el lector cruza. ¿Qué quiso transmitir con ella y cómo fue el proceso de decidir esa imagen final?
El simbolismo del cuervo, con ojos verdes y alma como el protagonista. Las rosas negras y su ciclo de nacimiento, vida y muerte, un corazón con raíces. Bueno, todo ello hace referencia al libro y alberga un gran significado simbólico. Por ejemplo, el cuervo representa aquello que vuela entre la luz y la sombra, lo sagrado y lo ominoso. No es un pájaro de “blanco o negro”, sino de matices intensos. Así mismo, contiene otras ideas: soledad, prosa, astucia, sabiduría, transformación, renacimiento, muerte. La rosa negra tiene varios significados, aunque añade uno que se plasma en la novela: el amor trágico e imposible. Lo demás queda plasmado de manera bastante obvia.
Sus referentes incluyen a Dostoyevski, Tolstói y Unamuno. ¿Podría señalar alguna escena o pasaje en el que crea que esa influencia es más evidente?
De Unamuno podría destacar su novela Niebla, de Tolstói Guerra y paz y de Dostoyevski Crimen y castigo. Hay pasajes destacables. Por ejemplo, de Niebla destacaría las escenas de patetismo amoroso del protagonista; de Tolstói la descripción desoladora de las guerras; y de Dostoyevski la profundidad psicológica de los personajes.
La novela se escribió en gran parte por las noches y en un momento vital complicado. ¿Cree que ese estado emocional extremo fue clave para darle la intensidad que tiene la historia?
Sin duda lo fue.

Si tuviera que describir “Historia de un Cuervo” en una sola frase dirigida a un lector indeciso, ¿cuál sería?
Entre la nostalgia y el vacío, la realidad se desgarra para mostrar que la peor pesadilla es la memoria.
Como lector apasionado que subraya frases y reflexiona sobre lo que lee, ¿cuál ha sido su última gran lectura y por qué la recomendaría?
El Quijote de Miguel de Cervantes. La recomendaría para enseñar al mundo cómo unos ideales (representados por el protagonista) se desmoronan como nubes de fantasía ante la realidad. Es un choque patético, ridículo, profundamente español en el que el mundo real aplasta el ideal.
Menciona que los clásicos son una parada obligatoria para todo escritor. Si tuviera que recomendar tres libros esenciales, ¿cuáles serían?
Cien años de soledad, Guerra y paz y El conde de Montecristo.
Esta primera novela le abrió las puertas de la VII Edición de Icon Talents. ¿Qué significa para usted que su debut literario sea reconocido en un evento de estas características y cómo cree que puede influir en su camino como escritor?
Significa muchísimo. Estoy profundamente agradecido a Ana Vacas y a mi amigo Arturo Abellán por brindarme tal oportunidad.
En la Feria del Libro de Caravaca 2025 participaron autores consagrados como Rosa Montero y locales como Miguel Ángel Jorquera. ¿Le habría gustado formar parte de la feria en su ciudad natal? ¿Cómo imagina su participación en una cita literaria de ese calibre?
Por entonces, no me creía ni escritor a pesar de haber publicado un libro y haber escrito algunos otros no públicos. En el futuro, sé que formaré parte, aunque de manera discreta; soy bastante retraído. No me agradan demasiado los eventos sociales, me generan bastante ansiedad. No me agrada ser el foco de atención.
Para finalizar, le ofrecemos la posibilidad de transmitir lo que desee a quienes se acerquen a su obra.
Lee bajo tu propio riesgo: algunas verdades duelen más que las pesadillas.
