Los beneficios que otorga esta milenaria práctica, el
yoga, ya no se lo cuestiona casi nadie. El yoga y su relación con una buena salud es incuestionable.
En la actualidad es recomendada por
todo tipo de profesionales de salud y psicoterapeutas. Atrás quedaron los
recelos de la sociedad occidental, que con sus prejuicios enturbiaban este tipo
de prácticas a las que relacionaban con creencias, religiones o, incluso, a
experiencias paranormales en algunos casos extremos
Si bien es cierto que los hinduistas y budistas
practican la meditación y el yoga, esto no significa que adoptar este tipo de
práctica requiera profesar esas u otras religiones.
El yoga: origen y tipos
No se sabe con exactitud el origen del yoga, pero
fueron encontrados en el actual Paquistán, restos arqueológicos del periodo de
la civilización del valle de Indo, años 3000 – 1800 a.C., sellos y figuras de
personas realizando posturas de meditación y de yoga.
La primera escritura dedicada en su totalidad al yoga
fue cerca del año 500 a.C. Se trata del Bhagavad-Gita
(El Canto del Señor) dentro del poema épico El
Mahabharata. Entre otras cosas, se citan las cuatro ramas principales del
yoga.
- Karma yoga
- Bhakti yoga
- Jñana yoga
- Raja yoga
En cualquier caso, aunque no sepamos con exactitud su
antigüedad, se trata de una práctica milenaria, que cada día gana más adeptos
en Occidente. Tanto es así que podemos encontrar ofertas con diferentes tipos
de yoga. Pero ¿conoces qué diferencias existen entre ellos? ¿Se mantienen las
ramas principales mencionadas en el Bhagavad-Gita? ¿Cuál de ellas es más útil?
Sería casi imposible señalar todos los tipos de yoga
que existen, por tanto, citaremos alguno de ellos:
- Hatha yoga: el tipo de yoga más
conocido y practicado en Occidente. Es el yoga físico que utiliza el cuerpo
como medio. Se realizan posturas o asanas, ejercicios respiratorios, relajación
y meditación. Los puristas se quejan de que en Occidente se centran básicamente
en las posturas físicas y olvidan casi por completo la parte espiritual del Hatha
yoga.
- Kundalini yoga: en los años 70 lo
introdujo en Occidente el yogi Bhajan. Se trata de un tipo de yoga que combina
las posturas o asanas, la respiración controlada y las posiciones de las manos
o mudras. Es el yoga del despertar del poder interno, llamado kundalini.
- Radja yoga: también llamado yoga
mental porque es ahí donde se centra preferentemente. Su realización es con
asanas inmóviles, básicamente la postura del loto, y su eje principal es la
meditación.
- Karma yoga: es una actitud de
vida, es el yoga de la acción generosa y desinteresada. Su práctica se basa en
mantras y rezos, además de prestar el mejor servicio a los demás.
- Bhakti yoga: en este tipo no se
usan asanas, se basa en mantras y cantos, y lo que se pretende es buscar a la
Divinidad. Se practica muy poco en Occidente.
- Jañna yoga: se basa en la
meditación y se busca la sabiduría. Su fin es la obtención de una mente
controlada en busca del autoconocimiento y la conciencia.
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En el mundo
occidental se utilizan de forma habitual los tipos de yoga que se centran más
en las asanas y menos en lo espiritual, por tanto hay algunos tipos que son
muy poco conocidos. En cambio, se utilizan otros que han surgido con los años, como
pueden ser:
- Vini yoga
- Yoga Ivengar
- Anusara yoga
- Bikram yoga
- Aero yoga
- Acro yoga
El yoga y sus beneficios
Cualquier tipo de
yoga nos puede otorgar muchos beneficios, alguno de ellos ha sido demostrado
después de estudios científicos. Entre otros están los siguientes:
- ayuda a relajar
la mente y el cuerpo
- alivia el
insomnio
- mejora la
concentración
- mejora la postura
y la flexibilidad
- ayuda al sistema
inmune a reforzarse
- mejora el dolor
de espalda
Además de estos
beneficios, según los profesionales del yoga, dependiendo de las asanas que
realicemos, podremos mejorar diferentes puntos y órganos del organismo.
Conclusiones finales
Sin duda, los
beneficios que se obtienen con la práctica del yoga, la relajación y la
meditación, son una realidad. Ahora bien, para que eso sea posible hay que
mantener una rutina y ser constantes.
Si se tiene algún
problema en concreto, lo mejor es contactar con un profesional de yoga, y él o ella nos informará de qué tipo de yoga es mejor para nosotros, así como las veces
por semana que debemos hacerlo para que surja los efectos deseados.
¡Namaste!