Una de las variantes de la actual crisis es que los países occidentales han perdido el total control de la agenda económica y China se convertirá en la primera potencia económica del mundo en un par de décadas, por lo que no debemos descartar que el yuan sustituya al dólar como principal divisa internacional mucho antes de lo pensado, tal como lo advertí el año pasado.
Hace veinte años nadie pudo haber imaginado que China llegaría a superar a Japón y ahora no sólo lo ha conseguido, sino que en un par de décadas el gigante asiático será la primera economía del mundo. China es el país más poblado del planeta, lo que supone que su apertura comercial aumentará la demanda de recursos como materias primas, energía y alimentos. A modo de ejemplo, en los próximos años China llegará a consumir todo el petróleo que se produce actualmente, lo que inevitablemente generará un devastador impacto inflacionario.Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización