Después de comentar en un post anterior mis sensaciones con respecto a las comedias que estoy viendo en la actualidad, aquí llega el segundo repaso a mi parrilla personal enfocado esta vez en las series dramáticas. En líneas generales puedo decir que, en este momento, tengo un elenco de series bastante ecléctico y de calidad (quizá menor en cuanto a cantidad se refiere de lo que acostumbro a tener), aunque como es normal, no todas me enganchan o me interesan de la misma manera. Dejando a un lado la impresionante The Shield, la cual se encuentra en estos momentos en un parón autoimpuesto entre temporadas (entre la quinta y la sexta), Red Riding que es muy corta y prefiero ir directamente al grano con ella, y Sons of Anarchy que acabo de terminar su segunda season y posiblemente le dedicaré un post especial en cuanto tenga un hueco, a continuación me dispongo a relataros mis impresiones sobre el resto de series. Sin más preámbulos, ¡allá vamos…!
Caprica 1ªT (segunda parte). A esta tanda de episodios de Caprica (la última ya) le está pasando exactamente lo mismo que a la primera. Después de empezar muy dubitativa y sobre todo con una lentitud bastante desesperante, parece que poco a poco empieza a coger ritmo e interés a cada episodio que veo. Lo malo es que a estas alturas ya tendríamos que estar metidos en harina, de lleno en el corazón de la historia, y en lugar de eso seguimos con las mismas idas y venidas de siempre y más cuando sus últimos latidos están a la vuelta de la esquina. Si no se pone las pilas desde ya mismo, se va a quedar como una de esas series cuyo gran potencial quedó finalmente desperdiciado entre tanta dispersión de ideas interesantes.
Rescue Me 3ªT. Asistir a la vida del bombero Tommy Gavin y sus impresentables (pero a la vez ya entrañables) compañeros de trabajo sigue siendo tan divertido e intenso como siempre. En esta tercera temporada el humor continúa gobernado el tono general de la serie, y sigue siendo la clave para poder empatizar con semejantes personajes. Por otro lado se echan de menos muchos de esos momentos fantástico-tenebrosos que hacían de la serie una extraña pero muy sugerente amalgama de géneros. Aún así, mientras el equilibrio entre drama y comedia continúe estando en su sitio la serie continuará siendo un estupendo pasatiempo que seguiré recomendando una y otra vez.
El Ala Oeste 1ªT. Acercándome ya a la mitad de su primera temporada, lo único malo que puedo decir de ella es que (como me temía) su premisa no me acaba de interesar del todo. Para aclarar esto tengo que decir que la política en la ficción me toca bastante la moral casi tanto como en la vida real, y por ello una serie enfocada en este tema tiene todas las papeletas para cabrearme (como sólo lo saben hacerlo los políticos) o para directamente enviarme al mundo de los sueños si no sabe sacarse de la manga algún que otro as escondido. Además, en cuanto a la serie en sí, considero que hay demasiado “buenrrollismo” en su tono y en sus formas, y que para lo que cuenta creo debería ser más cínica, crítica y oscura de lo que he visto hasta ahora. Por otro lado la calidad del conjunto es tan impecable y vibrante que aunque existan todos estos inconvenientes apenas me he aburrido, disfrutando la mayoría de las veces de sus geniales diálogos y su gran capacidad para plasmar las vicisitudes diarias de la cúpula política norteamericana. Seguiré viéndola esperando que poco a poco acabe por enamorarme. Aunque el tema no me atrape demasiado quizá ocurra el milagro.
Friday Night Lights 4ªT. Para los que os pasáis muy a menudo por aquí seguro no os sorprende demasiado si os digo que nunca he sido una gran fan de los Panthers de Dillon. Siempre he reconocido las virtudes de la serie disfrutando de sus grandes momentos (que los hay, y muchos), pero también es cierto que otras veces me he sentido bastante ajeno a toda esa euforia vertida sobre la serie. En cuanto a la cuarta temporada no sé si es por su reseteo de personajes y tramas, o porque ya me siento más cómodo con lo que veo (ya era hora), pero su nueva dirección me está gustando mucho más de lo que hubiera pensado en un principio. Creo que esta vez es posible que finalmente me acabe haciendo fan de los Lions. Más vale tarde que nunca. Ya veremos.
Rubicon 1ª y única Temporada. A punto de finalizarla, cuanto más me acerco a ese final más va aumentando ese cabreo que sólo surge cuando sabes que algo es muy bueno y no tendrá continuación posible. Personalmente he disfrutado de todos y cada uno de sus episodios vistos, pero también creo que al principio quizá es excesivamente sutil, y demasiado extraña y ambigua habiendo sido este su gran “error” (véase error entre comillas) a la hora de no haber podido conectar con una audiencia más solvente que la hubiera salvado de su inevitable cancelación. Solo espero que sus últimos episodios no me dejen con cara de tonto, y más o menos tenga un final medio cerrado que la pueda encumbrar para la eternidad como una gran miniserie, y no como un buen producto de calidad cojo por inacabado.
Doctor Who 2ªT. Doctor Who, a día de hoy, es sin duda la serie que más disfruto, entendiendo ese disfrute como una apreciación puramente emocional y posiblemente hasta irracional (mi pasión por la serie comienza a rebasar los límites de la coherencia). Después de ver las tres últimas temporadas (3ª,4ª, y 5ª), y tras saltar después (cual doctor) a la primera de todas, esta segunda continua siendo uno de mis mayores placeres seriéfilos de la semana. Rencontrarme con Tennant (mi Doctor favorito) ha sido como volver a casa, o más bien como quedar con un viejo y querido amigo al que no había visto desde hacía mucho tiempo. Su sola presencia le da un puntito extra a cualquiera de sus historias, ya sean las meramente entretenidas como las más brillantes y/o adictivas.
Mad Men 4ªT. Que se puede decir de esta cuarta temporada de Mad Men que no se haya dicho ya. A un solo episodio de finalizarla considero que esta última tanda de episodios ha sido prácticamente perfecta. La claridad y precisión con que se cuenta cada uno de los acontecimientos de la serie ha llegado a su máxima excelencia, confirmándose así el gran estado de forma en que se encuentra en estos momentos. Creo que desde el arranque de su segunda temporada la serie no me había arrastrado tanto con ella hacia su mundo como lo ha hecho toda esta cuarta temporada. Su factura técnica impecable, sus guiones exquisitos, y sus personajes de carne y alma no sólo son ya parte de la historia de la televisión sino también (y lo que es más importante) parte de mí mismo.