Si encontrar trabajo hoy en día está difícil, imagínense ustedes que tuvieran que hacerlo bajo unos parámetros estrictos que nada tienen que ver con sus conocimientos o experiencia. Al parecer y como hemos podido leer en estos días en el diario ABC (www.abc.es), las empresas en China han encontrado una nueva manera de seleccionar candidatos a un puesto de trabajo y eliminar a aquellos que nos les interesa a través de la discriminación Zodiacal.
Es por ello que los chinos que fueron convocados a una selección de personal para una academia y para cubrir los puestos de profesor y conserje, podían ser de cualquier signo excepto Escorpio y Virgo. Desde la empresa argumentaron que no deseaban tener personal de esos signos porque si los Escorpio tienen un carácter fuerte, los Virgo solían ser críticos y no durar mucho en los trabajos. La reacción de los habitantes del país asiático de los signos excluidos no han tardado en mostrar su desacuerdo por considerar que para trabajar es imposible elegir el mes en el que uno nace.
Y ante situaciones de este tipo, ¿se imaginan ustedes que algo así pasara en España? A los casi 5 millones de parados que tenemos, habría que sumarle otros 5 porque los españoles siempre han elegido los meses posteriores al verano para tener sus hijos. Ya saben, evitar que las embarazadas den a luz en un mes tan caluroso y sumarle así los 30 días del periodo vacacional al de los permisos por maternidad y paternidad.
Pero no descarten que tras conocer esta noticia, la medida sea puesta en marcha, pero desde otro ángulo, por el nuevo ejecutivo nacional con la intención de seguir cerrando el círculo de la recaudación. “Tras el Consejo de Ministros, la medida a adoptar será la de subir los impuestos a aquellos que hayan nacido bajo el signo de Libra, por su acercamiento al Reino Unido y a los de Leo, que son los que se atreven a leer los decretos del Gobierno”, como aseveraría Soraya Sáenz de Santamaría, que parece que es la única que sabe hablar en este nuevo gobierno.
Pero para terminar y volviendo a los chinos, que se dejen de pamplinas y excusas para emplear a menos trabajadores basándose seguramente en índices de los nacimientos de su población, porque los trabajadores que ellos no contraten, acabarán emigrando a otros países y les aseguro, sin ánimo de discriminar a nadie, que en España ya no cabe ni un chino más. Aún así que sepan que son bienvenidos porque como dice un proverbio de su país: Aunque todos los ríos vayan al mar, el mar no se desbordará.
Esta es la crónica habitual, de un día como otro cualquiera…
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