«¿Y si el arma más peligrosa del mundo no fuera un misil inteligente, un submarino sigiloso o un virus informático?»
«MIS, MIG, GCHQ, NCSC, SAS, SIS, COBRA, SBS, SRR, FBI, CIA, ICE, NSA, SAD, SUR, Departamento V, FSB, MOSAD, Sayeret, Matkal, FEDAT, ÁVO, PASDARÁN, SAVAMA, VAJA, RUSI, Lobos Nocturnos, ELINT…»
Y seguro que me dejo alguna de las agencias, centros de espionaje, centros de inteligencia…, que figuran en la nueva novela de Frederick Forsyth. La guerra fría se ha transformado en la guerra cibernética. y tengo que añadir que los agentes de inteligencia del Reino Unido —como no podía ser menos— son mucho más inteligentes que sus equivalentes rusos, iraníes o coreanos del norte. La prueba, en la novela.
Por cierto, para no perdernos, al final del libro hay una casi imprescindible ‘Lista de personajes y organizaciones’.
Han pasado casi cincuenta años desde que en 1971 Forsyth publicara El día del Chacal aunque la edición española se publicó solo como Chacal. Magnífica novela que tuvo mucho éxito y que dio a conocer a un joven Forsyth como uno de los mejores novelistas del mundo. Ahora con ochenta años publica su novela número diecisiete, ingeniosa y muy bien documentada, asesorado por expertos en ciberseguridad y muy centrada en los verdaderos conflictos internacionales.
En la novela hay tres personajes principales. Los dos primeros difícilmente podrían ser más diferentes. Sir Adrian Weston es un alto funcionario de inteligencia británico retirado, de 70 años que sigue siendo influyente porque la Primera Ministra Marjory Graham (cuadra a la perfección con Theresa May. Más adelante nos daremos cuenta de que también están retratados Donald Trump; Vladimir Putin, hombrecillo de mirada fría o el coreano Kim Jong-un) confía en él. Sir Adrian es el cerebro, la conciencia y el héroe de la novela.
El otro personaje principal es Luke Jennings, un joven de 18 años que sufre un caso grave de síndrome de Asperger. Al principio, Luke vive con sus padres en una casa modesta en un suburbio de Londres, donde pasa la mayor parte del tiempo en el ático con su ordenador. Luke de alguna manera ha desarrollado una habilidad inexplicable para romper las defensas de los sistemas de seguridad más sofisticados. Esa habilidad es el argumento principal de la novela de Forsyth.
Un día, asombrados funcionarios de seguridad estadounidenses descubren que sus bases de datos más secretas guardadas en los ordenadores de Fort Meade, que durante mucho tiempo fueron inexpugnables, han sido hackeadas por un intruso que no había robado, saboteado ni destruido nada, se había limitado a entrar, echar un vistazo y marcharse. Para ir más rápido diré que una investigación intensiva identifica a Luke Jennings como el culpable.
Sigo adelantando.
En una reunión en la Casa Blanca, el presidente, al que se define en el libro como “La enorme cabeza de cabellera rubia” (a que se parece a Donald Trump), exige que se entregue a Luke para ser juzgado y encarcelado. Pero Sir Adrian insiste en que el chico puede ser más útil en Londres al obtener acceso a bases de datos supuestamente impenetrables en Irán, Corea del Norte y Rusia. Luke procede a romper las defensas más elaboradas de esas naciones para extraer inteligencia invaluable, a menudo sobre planes nucleares.
Después de hacer encallar en el paso de Calais al buque insignia de la Flota del Pacífico rusa, el Alomirante Nájimov, el vozhd (¿Putin?) ordena enviar al francotirador más letal de Rusia, conocido solo como Misha, a Inglaterra para eliminar al adolescente problemático. Forsyth compara a Misha con Vasily Zaitsev, el legendario francotirador ruso que en el invierno de 1942 en Stalingrado, cubierto de nieve, se le atribuyó la eliminación de cientos de soldados alemanes.
¿Pero puede Misha encontrar a Luke? ¿O puede Sir Adrian proteger al niño y preservar la paz mundial? El resultado es emocionante, sorprendente y muy satisfactorio.
También tendría que hablar de los coreanos, de sus misiles intercontinentales con cargas nucleares, o de los iraníes. Prefiero que lo leáis, son 280 páginas que no tienen desperdicio.
La habilidad de Luke (El Zorro) para romper los códigos de los ordenadores nunca se aclara. Se le llama “cybergenio” con una habilidad “desconcertante”, pero lo aceptamos porque está de nuestro lado, es divertido y el resto del libro está profundamente arraigado en la realidad.
Forsyth está sumamente bien informado sobre los asuntos mundiales, la política, la diplomacia, el armamento y los misterios del espionaje. En El zorro, como en todas sus novelas, las presenta con brillante detalle.
El jovenLuke es la guinda del pastel.
Lee y disfruta de un fragmento de la novela.
El autor:
Frederick Forsyth nació en Ashford, Reino Unido, 25 de agosto de 1938. Es ex piloto de la RAF y periodista de investigación, modernizó el género del thriller cuando publicó Chacal, una novela que combina a la perfección la documentación periodística con un estilo narrativo ágil y rápido. Desde entonces ha escrito numerosas novelas que se han convertido en verdaderos super-ventas mundiales. Odessa, Los perros de la guerra, La alternativa del diablo, El cuarto protocolo, El negociador, El manipulador, El manifiesto negro, El puño de Dios, El veterano, Vengador, El afgano, Cobra o La lista. Además ha publicado recientemente El intruso. Mi vida en clave de intriga, sus memorias. Vive en Hertfordshire, Inglaterra.
El Libro:
El zorro (título original: The fox, 2018) ha sido publicado por la Editorial Plaza y Janés en su Colección Éxitos. Traducido del inglés por Carlos Abreu Fetter y Efrén del Valle Peñamil. Encuadernado en tapa dura con sobrecubierta, tiene 286 páginas.1
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo en inglés grabado por Penguin Books South Africa en el que Frederick Forsyth habla de su libro El zorro.
Para saber más:
Web de Frederick Forsyth en Penguin.
Frederick Forsyth en Wikipedia.