VERSOS DE ABRIL
De la mano de Natalia Carbajosa, y en la Real Sociedad Económica de Amigos del País, se celebró la segunda jornada del encuentro, el momento para dejar que los versos, en una tarde lluviosa, se adueñaran de la sala pero no sólo para arrullar a los asistentes, sino para recordarles también lo complejo que puede ser dar a conocer la poesía desde una ciudad como Cartagena, aunque las nuevas tecnologías, tal y como señaló Natalia, estén poco a podo derribando esas barreras.
En ese sentido, se destacó la labor de uno de los componentes de la mesa, Antonio Marín Albalate, prolífico poeta y antólogo que confesó que aún sigue aprendiendo cosas de cada verso que lee, y lo hace con la misma intención con la que contacta tanto con poetas cartageneros noveles como con los consagrados nacionales, con una visión amplia y sin ombliguismos.
A continuación, Juan de Dios García y Diego Sánchez Aguilar defendieron, respectivamente, la recuperación de figuras a veces olvidadas de la literatura cartagenera, y la necesidad de una mayor implicación de las instituciones oficiales, para que el fomento de la cultura no se vea mermado, tal y como ha ocurrido, por ejemplo, con el Aula de Poesía Carmen Conde, una de las manifestaciones poéticas y culturales afectadas por la crisis. Al mismo tiempo, deseaban que existiera alguna editorial local que apostase por la poesía, que acogiera a los poetas y les devolviera un poco de lo que ellos le dan a la ciudad, como los recitales independientes que organizan, o las actividades coordinadas por la Asociación Cultural Diván, o la revista electrónica El coloquio de los perros (www.elcoloquiodelosperros.net), dirigida por el propio Juan de Dios. Laura Peñafiel, continuadora de la labor de Marín Albalate al frente de la citada asociación, mostraba su ilusión por dirigir la que es memoria viva de las inquietudes poéticas de los últimos cinco años en Cartagena, una entidad viva, dinámica y dispuesta siempre a fomentar la “contaminación artística”, es decir, la mezcla, convivencia y difusión de múltiples géneros artísticos y culturales.Por su parte, Noelia Illán Conesa, poetisa surgida del siempre inquieto vivero literario de Los Dolores, incidía en la humildad que debe ser necesaria en toda creación literaria, no sólo poética, y aunque se mostraba escéptica en cuanto a las posibles ayudas institucionales, derrochaba entusiasmo a la hora de inculcar la poesía en las aulas, porque esos jóvenes lectores son los que en un futuro también escribirán. Y Juan de Dios coincidía en la necesidad de inocularles el virus de la poesía, porque así la leerán durante toda su vida. No faltaron las intervenciones del público, las posturas encontradas, el deseo de que se implante en España una ley que fomente el mecenazgo privado y no tenga a la cultura dependiendo siempre de organismos oficiales, o confesiones más privadas, como la que hizo Juan de Dios García al revelar que estuvo a punto de crear una pequeña editorial, y el deseo de Natalia Carbajosa de luchar para que de una vez por todas la biblioteca pública de Cartagena se convierta en el centro que esta ciudad se merece. Después, y para demostrar que los versos son armas cargadas de presente, se celebró un hermoso recital en la cafetería El hombre tranquilo, organizado al alimón por Antonio Llorente y el propio Marín Albalate, en el que los asistentes al encuentro finalizaron la jornada disfrutando de los versos de Joaquín Piqueras, Paqui Martínez Merinos, Eduardo Borgoñós o Simón Hernández Aguado. Un fin de jornada sin duda espectacular.