En esos días, el cardenal alemán Walter Kasper adelantó a la prensa que: "Los cardenales casi no nos conocemos. No hay prisa", además de adelantar que las discusiones en la Congregaciones Generales, además del asunto Vatileaks, iban por la renovación de la curia vaticana: "Es una reforma prioritaria, porque falta diálogo interno, los dicasterios [ministerios] no se hablan, no hay comunicación". También el portavoz vaticano, el jesuita Federico Lombardi, en rueda de prensa mencionó que discutió sobre diálogo interreligioso, bioética, la justicia del mundo, la colegialidad en el gobierno de la Iglesia y del papel de la mujer.
Los escándalos del IOR vienen desde décadas atrás: A inicios de los 80 quebró el italiano Banco Ambrosiano -del que el IOR era el principal accionista- cuando se descubrió un agujero fiscal de USD 1.400M, lo que llevó a que numerosos acreedores exigieran al Vaticano que les devolviera el dinero perdido mientars la justicia italiana intentaba juzgar al entonces Presidente del IOR, el arzobispo estadounidense Paul Marcinkus (había sido nombrado por Paulo VI a pesar de no tener ninguna experiencia financiera); al final, el Vaticano pagó USD 406M a los acreedores por "contribución voluntaria" y "responsabilidad moral". Estas no han sido las úncias acusaciones contra el IOR, siempre negadas por el Vaticano: en 1998 se divulgó un informe del Departamento de Estado de EE.UU. que denunciaba que el gobierno pronazi de Croacia transfirió durante la Segunda Guerra Mundial 350 millones de francos suizos fuera del país a través de la banca vaticana. Tambien se le ha acusado por medios que a través del IOR se blanqueaban USD 55MM de la mafia italiana anualmente y que tendría grandes inversiones en negocios que contrarios a la enseñanza de la Iglesia, como producción de armamento entre otros. Todas estas denuncias no han podido ser verificadas pero tampoco rebatidas definitivamente. Recientemente había tenido muchas observaciones del fisco italiano, que llevaron a medidas internas y al cambio inmediato de su Presidente, el banquero italiano Ettore Gotti Tedeschi -amigo de Benedicto (quien lo había nombrado para reformarlo) y relacionado con el Opus Dei y el Banco Santander-, sustituyéndolo por otro escogido por agencias internacionales especilizadas en selección de personal, el abogado y empresario alemán Erns von Freyberg, miembro de la Orden de Malta.
Arzobispo de São Paulo, la mayor Diócesis del mundo. Perteneció a la Congregación para los Obispos y era uno de los candidatos más mencionado.
Pérez Esquivel mencionó que "hubo obispos que fueron cómplices de la dictadura, pero Jorge Mario Bergoglio no". "A Bergoglio se le cuestiona porque se dice que no hizo lo necesario para sacar de la prisión a dos sacerdotes, siendo él el superior de la congregación de los Jesuitas. Pero yo sé personalmente que muchos obispos pedían a la junta militar la liberación de prisioneros y sacerdotes y no se les concedía."
Por ese apoyo de la Curia, se comentó que Scherer no contó con el apoyo de todos sus compatriotas electores. Por lo contrario -su oposición a la Curia- el otro gran favorito, Scola, desde la primera votación del Cónclave no contó con muchos de sus connacionales cercanos a ese grupo que era encabezado por Bertone y Sodano.
En este aspecto, la actitud de Francisco se avizora inflexible: Durante la visita que el segundo día de Pontificado hizo el nuevo Papa a la Basílica de Santa María la Mayor en Roma para encomendarse a la Virgen, se encontró de repente con el cardenal estadounidense Bernard Law, que reside en ella (fue nombrado su arcipreste por Juan Pablo II después que tuvo que dimitir como arzobispo de Boston en 2002 por el escándalo de haber encubierto a unos 250 curas pederastas durante su administración y no haber hecho nada para evitar más de 5.000 casos de abusos; se considera que este nombramiento fue una acción del Vaticano para evitar que fuera a juicio). Los medios indican que, al ver al cardenal Law, a Francisco se le desencajó la cara y se alejó inmediatamente de él, indicando que no quería que Law siga frecuentando la Basílica", lo que a obligará a Law a cumplir con el retiro espiritual que se anunció que llevaría a cabo cuando fue llevado a Roma y entrar en un convento de clausura.