Durante los últimos diez años, las elecciones en Euskadi se han visto condicionadas por dos hechos: la escolta que muchos y muchas candidatas han de llevar y la ausencia, ya sea de manera parcial o total, de la izquierda abertzale.
Ayer, el Tribunal Constitucional, dejando en evidencia al Tribunal Supremo, eliminó uno de los dos condicionantes y en estas elecciones Bildu podrá estar presente sin ninguna objeción.
Creo, sinceramente, que hoy en un buen día para la democracia.
Y creo también, que la decisión del TC nos acerca a la paz y la normalización política.
Queda por lo tanto conseguir que desaparezca el segundo condicionante, es decir la amenaza de ETA. Estoy convencido además, de que contaremos también con Bildu para impulsar ese trabajo.
Lo que ya no tengo tan clara es cuál será la participación de Bildu en la construcción social.
No tengo dudas de la pertenencia a la izquierda alternativa (con v, no pretende ser un juego de palabras) de gran parte de los componentes de Bildu, pero me encantaría ver cuál es su programa para saber si nos vamos a poder encontrar en el camino.
Ayer, tras conocer el resultado del TC apostaron por llenar las urnas de votos soberanistas, yo hubiera preferido progresistas, pero bueno, que le vamos a hacer, poquito a poco.