Elecciones en Andalucía
Publicado el 23 marzo 2015 por Jmbigas
@jmbigas
Hace unas semanas publiqué un artículo con mis impresiones y opiniones sobre la compleja situación política y electoral en España para este año 2015. Prometía actualizarlo al hilo de los resultados de las diversas citas electorales.
Susana Díaz (PSOE) ha sido, sin duda, la gran ganadora
en las elecciones andaluzas.
(Fuente: elpais)
El día después de las elecciones (anticipadas) en Andalucía, es momento de honrar esa promesa.
Un titular: Susana Díaz consigue un éxito importante, al repetir resultado, pese a la fuerte irrupción de dos nuevas fuerzas en el Parlamento de Andalucía (Ciudadanos y Podemos). El PSOE pasa a ser la fuerza más votada, a 14 diputados de distancia de la segunda (PP). Desplome del Partido Popular y reducción de Izquierda Unida a fuerza residual. Éxito sin paliativos para Ciudadanos y éxito relativo para Podemos, que no consigue los resultados que podían anticiparse.
Ahora vayamos al detalle. Todos los datos que cito son los disponibles en la web de la Junta de Andalucía, que corresponden al 99,95% de los votos escrutados. Los definitivos podrían tener alguna ligera variación.
Empecemos por la participación. Se ha alcanzado el 63,94% de participación, unos tres puntos por encima de las elecciones de 2012 (60,78%). Esto significa que se han emitido, en total, 4.017.912 votos en las urnas.
Juan Manuel Moreno Bonilla (PP), cuya imagen ha crecido
durante la campaña, ha pagado el desgaste nacional.
(Fuente: lavanguardia)
Ha habido un ligero repunte de los votos nulos (40.939, 1.02%, frente al 0,58% en 2012) y en blanco (54.807, 1,38%, frente al 0,91% en 2012). Unas cifras, en cualquier caso, residuales y poco significativas.
En total ha habido 216.030 votos a formaciones que, finalmente, no han conseguido ninguna representación en el Parlamento. Entre estas fuerzas destacan UPyD (76.653 votos), Partido Andalucista (60.707 votos) o Vox (18.017 votos). Como es habitual últimamente, el PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal) ha obtenido 37.735 votos que para nada han servido.
Hasta 9 formaciones políticas han conseguido menos de 500 votos en toda Andalucía.
Lo más significativo es que UPyD ha quedado fuera del Parlamento de Andalucía. Ya anticipaba en mi anterior artículo que la confusión programática y el caudillismo de este partido le iba a pasar factura.
Ahora pasemos a analizar los resultados obtenidos por las fuerzas que sí han conseguido representación parlamentaria.
Al PSOE (Susana Díaz) le han votado 1.409.042 andaluces (35,43%), que le otorgan 47 diputados (los mismos que tenía hasta ahora). Ha perdido algo más de 100.000 votos (frente a los 1.527.923 votos de 2012, 39.56%), pero ha mantenido su presencia parlamentaria. Con diferencia, ha pasado a ser la fuerza más votada, a 13 puntos de distancia de la siguiente, que ha sido el Partido Popular.
Teresa Rodríguez (Podemos) ha alcanzado un
éxito relativo.
(Fuente: elmundo)
El PP ha conseguido el apoyo de 1.064.168 andaluces (26.76%), que le reportan 33 diputados. Frente a los comicios de 2012 ha perdido la impresionante cifra de medio millón de votos (frente a los 1.570.833 - 40.67% -) y 17 diputados. Esto supone un desplome monumental. Sin duda, el PP ha pagado el desgaste del Gobierno de Mariano Rajoy (subidas de impuestos, recortes en sanidad, educación y prestaciones sociales, aumento de la pobreza y la precariedad). Su candidato, Juan Manuel Moreno Bonilla, empezó la carrera siendo (casi) un perfecto desconocido para los ciudadanos andaluces. Personalmente, creo que ha desarrollado una buena campaña y su imagen pública ha mejorado considerablemente. Pero la debacle estaba servida y no hubo manera de revertirla.
Izquierda Unida, sumida a nivel nacional en una crisis grave de identidad y supervivencia, ha pagado en Andalucía, además, los errores del gobierno de coalición con el PSOE en el que participó. De los 12 diputados que tenía (438.372 votos, 11.35%), su presencia se ha visto reducida a 5 diputados (273.927 votos, 6.89%). Unos ciento sesenta y cinco mil votos han huido hacia otras formaciones, y han provocado que IU pasara de tercera fuerza a quinta y prácticamente residual.
Dos formaciones que no tenían presencia en el Parlamento de Andalucía han irrumpido en él, y con mucha fuerza.
Ciudadanos ha conseguido 9 diputados (368.988 votos, 9.28%), iniciando la que auguro que va a ser una impresionante carrera ascendente hacia las Generales de fin de año. Podría llegar a ser una tercera fuerza decisiva en la gobernabilidad a nivel nacional. Su talante moderado, pero enérgico en lo que se refiere a regeneración democrática, le acredita para esta posición. Es la opción evidente para los ciudadanos indignados pero que, a pesar de todo, son conscientes de que tienen muchas cosas que podrían perder. Veremos si el fuelle electoral y político les da para un crecimiento tan rápido.
Juan Marín (Ciudadanos), junto a su líder nacional,
Albert Rivera.
(Fuente: elmundo)
Pese a su impresionante resultado, el éxito de Podemos ha sido relativo. Como ya es habitual, su objetivo era ganar las elecciones y, evidentemente, no lo han conseguido. Y sus expectativas estaban por encima de los 20 diputados, y finalmente han obtenido 15 (590.011 votos, 14.84%). En próximas convocatorias podría arañar algún punto adicional (básicamente, fagocitando a Izquierda Unida). Pero creo que su techo electoral está claramente por debajo del 20% de los votos. Podemos parece la opción por defecto para aquellos ciudadanos que están convencidos de que no tienen nada que perder. Y este colectivo podría disminuir algo si la macroeconomía sigue mejorando como se prevé, y empieza a alcanzar el bolsillo de las familias y el empleo.
Mi impresión es que Podemos pasará a ocupar la posición dominante a la izquierda del PSOE, fundiéndose o reemplazando a Izquierda Unida. Con un techo electoral que estará más próximo del 15% que ha obtenido en Andalucía que del 20% que se podría llegar a suponer a partir de algunas encuestas.
Y ahora las lecturas más políticas y especulativas. El PP se ha desplomado en Andalucía, lo que anticipa las que, sin duda, serán las tendencias dominantes en las municipales y autonómicas y más tarde en las Generales. Su resultado es una censura explícita a Mariano Rajoy y a su Gobierno. Más de treinta años en la oposición en Andalucía, sin haber alcanzado nunca posiciones de gobierno es, ya, para hacérselo mirar.
Antonio Maíllo (IU), junto a su líder nacional, Alberto Garzón .
Caras serias en la noche electoral.
(Fuente: cuatro)
Rajoy todavía podría modificar el rumbo para moderar la debacle. Pero la falta de autocrítica que se observa en el PP y la tradicional abulia y laissez-faire del Presidente no auguran nada bueno para su formación. Es más que probable que Rajoy sea el primer Presidente de la democracia que no consiga revalidar su posición para una segunda legislatura.
A pesar de la ligera erosión de votos, Susana Díaz se refuerza como la figura de mayor poder e influencia en el seno del PSOE. Será, sin duda, Presidenta de Andalucía, y esta vez ratificada por las urnas. Pedro Sánchez tendrá que tener muy en cuenta sus opiniones, ya que no tiene margen para forzar una ruptura que podría acabar con su propia carrera política., apenas iniciada. Mantener sus 47 diputados supone que, a pesar de la erosión por la izquierda que ha sufrido con el ascenso de Podemos, el PSOE ha recuperado bastantes votos de los desengañados del PP. Los votos que entran por los que salen.
Izquierda Unida está pagando la pobre imagen que transmite a la ciudadanía. Su presencia, con varias consejerías, en el Gobierno de la Junta de Andalucía, le ha sumado, en la imaginería popular, a la llamada casta política. Sillones frente a programa es un arreglo por el que siempre se acaba pagando. Veremos si Alberto Garzón consigue enderezar el rumbo y capitalizar los nuevos votos de la izquierda que, por defecto, irán más bien al entorno de Podemos.
Ciudadanos, y su líder, Albert Rivera, han conseguido un importante triunfo. Los intentos del PP de desacreditarlo en base a su origen en Catalunya, donde, por cierto, viene desarrollando un nítido papel contra el secesionismo y en favor de la regeneración, fueron una torpeza política que le ha pasado una pesada factura al Partido Popular. La ciudadanía los percibe como una fuerza nueva en el ámbito del centro algo a la derecha, y su base social está en parte del electorado del PP, y también entre los más centristas de los votantes del PSOE. Su papel a nivel nacional será, sin ninguna duda, de gran relevancia en los próximos tiempos. En Andalucía va a tener una oportunidad que espero no desperdicie, de demostrar lo mucho que puede aportar a la escena política nacional.
Rosa Díez (UPyD), la gran perdedora en las elecciones
de Andalucía. Se queda fuera del Parlamento.
(Fuente: laredaccion)
Globalmente, es falaz, si no directamente falso, afirmar que ha muerto el bipartidismo. Un 62.19% de los andaluces han votado a uno de los dos grandes partidos nacionales. Esta posición creo que se va a deteriorar algo durante este año, y en las Generales podríamos ver un porcentaje varios puntos por debajo de este. Pero el nivel del 50% para la suma de votos de los dos grandes partidos es más que seguro para las próximas confrontaciones. En las Elecciones Generales, me atrevo a anticipar que esa suma estará ampliamente por encima del 55%. Sólo que habrá dos fuerzas con presencia importante (Ciudadanos y Podemos, cada una en el entorno del 15-20% de los votos) que marcarán el rumbo de las posibles alianzas y pactos.
Sospecho que este nuevo escenario podrá influir muy seriamente en un deterioro de la presencia de los partidos directamente nacionalistas (CiU, ERC, PNV,...) en el Congreso de los Diputados. Para el parlamento nacional, los ciudadanos van a preferir alinearse con cierta claridad en el eje tradicional derecha-centro-izquierda , más que reforzar los aspectos más específicos de los nacionalismos. Estos seguirán siendo muy importantes, sin embargo, en las elecciones autonómicas.
La radiografía del Congreso de los Diputados tras las próximas Generales podría ofrecer una presencia importante de cuatro fuerzas (con soportes populares en la línea 30-25-20-20), dejando un espacio inferior al 10% para otras fuerzas, incluyendo las nacionalistas.
En dos meses nos vamos a enfrentar a las elecciones municipales y autonómicas. Me parece que van a desaparecer la mayor parte de las situaciones de mayoría absoluta, y los pactos y alianzas serán las palabras del día después. En esa refriega, es más que probable que el PP pierda muchos de sus feudos actuales, erosionando su capilaridad de cara a las Elecciones Generales de fin de año.
Nos queda todavía mucho año electoral por delante. Pero, sin ninguna duda, el escenario político global ha cambiado de una forma muy importante que, además, no será reversible. Ya no es tiempo de mayorías absolutas, y sí de consensos y acuerdos.
Más análisis tras las elecciones de Mayo.
JMBA