Bueno, ya hemos vivido la primera entrega de un espejismo, uno de esos misterios que dentro de unos años contaremos y nos dirán “Anda Ya!”. En un partido donde siempre se ha vivido la infalible “designación digital” hemos visto una primera vuelta de elecciones en la que, oh sorpresa, han participado unos 66 mil afiliados . En un partido que hace dos años cosechó casi ocho millones de votos sólo hubiesen votado el 7,6% del censo ese que decía el PP que tenía escondido en algún cajón. Eso si hubiesen aparecido todos pero lo del verano, el aburrimiento borreguil de la campaña y la playa en un julio caluroso tiene lo que tiene. O sus bases han desaparecido misteriosamente como si hubiesen ido de excursión al Triángulo de las Bermudas, o tenían un censo tan hinchado como un pez globo. Pero ojo, que en el recuento de cabezas se incluyen todos los cargos de un partido que gobierna todavía en muchos lugares. Si eso es así, puede que la única forma de encontrar un “carguito” era afiliarse al PP (o decir que te has afiliado). Párate a contar y verás como si los números son lo que son y es lo que parece, el afiliado que no tiene un cargo público es que le han tomado como tonto de capirote. Sea como sea mucho me temo que lo de los curriculums no era lo único que tenían dopado los que alardeaban de un censo gigantesco.
Al final todo parece haber seguido el libreto de una comedia de infarto. Toda la noche ganando Casado el “alter ego” de Aznar para después ver como por arte de abracadabra Soraya “la Mariana” remonta como Indurain en sus años mozos y se clasifica para la segunda vuelta en la que ¡Oh Misterio! los “tresmilypico” compromisarios al Congreso optarán por lo que les de la gana, como siempre. Eso lo saben los afiliados que prefieren buscar la sobrilla o una caña fresquita en el chiringuito para ver desde la barrera el espectáculo ese de sacarse los ojos que protagonizarán los candidatos-avatares. La lógica sería que se uniera la “asociación de damnificados por Soraya” y aupasen a Casado, pero ya veremos.
Si es que eso de la democracia es algo que les viene grande. El PP es un partido creado para el gobierno, no para luchar por conquistar nada. Creyeron que el gobernar era su derecho natural, y cuando están en la oposición se quedan como un gato iluminado por los faros de un coche, desconcertados, se enfadan, les da la pataleta y esperan que les llegue su “justo regreso” como si les perteneciese algo. Mucho me temo que no sepan luchar para ganar unas elecciones, veremos lo que hacen (nada bueno seguro) pero visto el percal y como va rodando ciudadanos, al final los beneficiarios serán los de VOX (mamá miedo).
Ellos que estaban tan tranquilitos con su líder surgido de los designios divinos del señor del bigote van y se ven metidos en este cirio porque unos desarrapados los han desalojado a gorrazos de lo que creían SU casa, y encima se ven obligados a simular elecciones para que los de Ciudadanos no puedan decir que son ellos la “derechona democrática” ¡cuanta crueldad!
Pero al final da igual. Gane quien gane al final estas primarias de vodevil, el Partido Popular ha perdido. Su propia militancia con su incomparecencia, con su hastío, lo ha derrotado y esas derrotas son de las que te dejan reducido a la nada, al mismo nivel que una colilla.