A falta de ocho días para las controvertidas elecciones generales, los políticos españoles, no contentos con tenernos a punto de superar los 500 puntos de riesgo que nos llevaría casi a tener que ser rescatados por la Unión Europea, se dedican a insultarse y a calentar al electorado desde sus cuentas de Twitter.
Tal vez, en vez de pasear su desfachatez por media Europa y por la red, deberían entender que la política 2.0 es una herramienta para acercar al ciudadano a los gestores públicos, y no hacer alarde de grosería en el ciberespacio.
Esperemos que no nos usurpen la red, y que no conviertan el ciberespacio en un caos igual que hicieron con sus múltiples administraciones. alfonsovazquez.comciberantropólogo