Elecciones europeas. No voy al colegio electoral, ni siendo presidente de mesa

Hacía tiempo que no había otras insípidas e inútiles elecciones. Y como cada vez que esto sucede los partidos grandes se lanzan contar las mentiras habituales. Lo cierto es que la información al respecto tiene el mismo sonsonete y la misma relevancia que las declaraciones tras un partido de fútbol “el furgol es asín”; “no hay rival pequeño”; “no somos favoritos, todo se decide el domingo”.

Anodino. Las mismas verdades a medias, las mismas soflamas e insultos de siempre, las consabidas excusas. La única diferencia es que en esta ocasión la circunscripción es única. Eso quiere decir que es como si sólo hubiera una provincia, por contraposición a cuando hay elecciones generales que hay 54 circunscripciones. Con lo que los votos a los partidos pequeños no se desperdigan mucho más que con una circunscripción única.

El hecho de que haya una circunscripción única abre un poco, sólo un poco, el abanico de posibilidades de conseguir representación a los partidos pequeños. Pero esa posibilidad, pone muy nerviosos a los partidos que monopolizan todo el poder y dinero del país. Tanto para PP, como para PSOE es importante que la gente acuda a votar para conseguir dejar fuera del parlamento europeo a los partidos pequeños. Incluso favorece a los grandes partidos el voto en blanco.

No es que los votos en blanco se sumen a los partidos mayoritarios, eso es un bulo enorme; si no que los votos en blanco se contabilizan en el total de votos, e influyen directamente en el 3% de votos que debe superar cualquier candidatura para que pueda tener derecho al menos a un representante electo. De modo que cuanta más gente vote, incluidos los votos en blanco, más alto será ese fatídico tres por ciento que tienen que superar los partidos minoritarios.

Con los votos nulos no se perjudica a los partidos pequeños, porque directamente no se contabilizan. Es decir que si quieres ir a votar, a pesar de todo, si votas nulo, con una papeleta insultando a los políticos, o metiendo una loncha de chorizo, o con una papeleta inventada del partido circular; pues te quedas a gustito, los políticos no pueden aprovecharse de tu voto y al mismo tiempo les fastidias las estadísticas y toda su estabilidad.

Me hace cierta amarga gracia cuando se habla del voto útil. Es una llamada encubierta a eliminar del juego las voces de los más débiles. Si sabes que tu voto va a ir a una candidatura que no va a conseguir representación, te tildarán de tonto por haber votado de forma inútil (digo bien, votar de forma inútil, que no es votar a un inútil…inútiles hay tantos que lo más probable es que votes a quién votes; votes a un inútil). Yo creo que si hay votos inútiles, lo que está mal no es el voto, si no la forma de contabilizarlos, que está deliberadamente sesgada para favorecer a los grandes. A mi lo que me parece un voto inútil de verdad es cuando se  vota a alguien que miente, o que no cumple sus promesas electorales: eso sí que es votar de forma inútil.

Aunque yo personalmente no pienso perder ni un segundo de mi tiempo en hacerles el juego a esa desproporcionada cantidad de gente que vive a costa de mis impuestos, sin conseguir que el paro baje del 30%, sin conseguir que le futuro sea mejor para los niños, los ancianos, o las personas necesitadas. Me da igual que se junten en reuniones internacionales para decir con autocomplacencia que España va bien. La verdad, preferiría que hubieran rescatado a España y que tuviera una tasa de paro como la de Portugal, que es mala, pero mucho mejor que la española. En definitiva, yo no pienso ir a un colegio electoral, ni aunque me nombren presidente. No pienso formar parte de esa farsa.

Y sería una lujo ver que la gente pasa olímpicamente de “las recomendaciones” de las instituciones. La desobediencia civil es el único camino que nos dejan para reivindicar nuestros derechos. No se consigue nada yendo como mansos corderos al matadero del futuro y depositar el voto de sumisión. Sólo se consigue algo de los poderosos desestabilizando. De la forma que sea. Desestabilizar produce miedo al que vive cómodamente, disfrutando de sus privilegios y sólo en ese momento es cuando se aviene a razones, mientras te pisará inmesirecordemente.

Miente en las encuestas, no hagas lo que se supone que está previsto que hagas, genera caos, porque cuanto más caos haya más fácil es que dejes de ser un pez y te conviertas en un pescador; y a río revuelto ganancia de pescadores.