El 28 de julio es el día establecido por el CNE para realizar las elecciones presidenciales según lo previsto en la Constitución. Sin embargo, desde el anuncio del cronograma se profundizó la artillería mediática para descalificar la convocatoria.
Nada parece satisfacer las demandas de los factores más extremistas de la oposición venezolana, evidenciando su verdadera intención alejada de las vías constitucionales y pacíficas, con prácticas incoherentes como llamar a desconocer las elecciones luego de pedirlas sin cansancio, aun cuando estaban fuera del tiempo para exigirlas. Aducen la violación al Acuerdo de Barbados, aunque se ajusta al lapso establecido: segundo semestre de 2024.
Hemos pasado nueve años de saboteos, agresiones, propaganda de guerra, bloqueo económico e intentos de magnicidio invisibilizados por las corporaciones mediáticas, cuyo plan es la criminalización de Venezuela y la constante agresión al presidente Nicolás Maduro. Estas acciones, ejecutadas como herramientas bélicas, acompañadas de operaciones psicológicas que pretenden sembrar en la conciencia colectiva la culpabilidad de los impactos del bloqueo a Venezuela, tratan de crear un escenario de caos que permita justificar la violencia para un nuevo interinato.
Nicolás Maduro combate la guerra.
La verdad es otra, El presidente Maduro adecuó el marco normativo que nos llevó de una situación de emergencia a un nivel de total seguridad jurídica con el nacimiento de la Ley Constitucional Antibloqueo, junto con las políticas sociales que surgieron para disminuir los impactos del asedio. Así, tenemos los Clap que han garantizado los alimentos a millones de familias venezolanas y de cuyo milagro formó parte Alex Saab, actual presidente del Ciip, institución creada como mecanismo de defensa en medio de las agresiones.
No hay duda de que el presidente Maduro va a elecciones sin igualdad de condiciones, contra él pesa la mayor guerra mediática y económica jamás intentada contra un mandatario venezolano. Quienes hablan de dictadura en Venezuela han tenido la libertad de pedir invasiones, robo de activos y dirigen campañas para desprestigiar a Venezuela. Por eso, desde la Revolución Bolivariana, pedimos elecciones libres de guerra.