Elecciones, segunda parte.

Todos los procesos electorales, salvo que alguien haya obtenido mayoría absoluta, suelen tener una segunda parte.
Esa en la que ya no votan los ciudadanos, esa en la que ya no hay promesas altisonantes y esa en la que no cuenta casi nada de lo anterior.
Esa segunda fase es la de los pactos postelectorales.
Que es, ni más ni menos, en la que estamos ahora.
El caso es que en Euskadi, estos pactos, desde que el PSE y el PP constituyeron gobierno en Vitoria, suelen ser tirando a raros.
Tanto, que aquí, hay quien ofrece votos a cambio de nada.
El PP ofrece sus votos gratis a quien pare a Bildu y Bildu ofrece sus votos gratis a quien pare al PP.
Puedo entender que formaciones como Bildu o el PP, son diametralmente opuestas, pero en estos casos, en lugar de ofrecer votos gratis, creo que es mucho más responsable hacer valer tus apoyos y presentar una serie de propuestas programáticas que pongan tus escaños en valor.
Luego será responsabilidad de quien pretende gobernar aceptar esas propuestas o no hacerlo, pero de esta manera, se consigue que las propuestas políticas que los partidos grandes no aprobarían de motu propio jamás, puedan ver la luz y demostrar que también los pequeños podemos incidir en la vida real de las personas.