Electric Mary, La Boîte, Madrid, 16/11/2012

Un año mas menos ha pasado desde la anterior vez que vi a Electric Mary en directo, y la verdad que es complicado añadir mas cosas, algún matiz diferente, porque son trabajadores del rock, entregan todo lo que tienen cada vez que suben a las tablas, hacen rock, potente, enérgico, sin florituras y aunque calidad derrochan, la maestría con sus instrumentos no es una pieza clave, la actitud que muestran ante su publico, la energía que desborda y contagia a los allí presentes, sus ganas de divertirse, y golpear con fuerza y contundencia, no haciendo concesiones a la calma hacen de su concierto algo altamente recomendable, algo imprescindible. Y si contamos que tan solo 12 euros separaban anoche al público de vivir una salvaje velada de rock, pocas mas cosas quedan que decir en pro de esta banda.  
Con guitarrista nuevo, pero que parecía como si siempre hubiera formado parte, con su batería que aporrea los parches como si fuera este su ultimo concierto, Alex, el bajista que no para quieto un segundo, que casi le restaba protagonismo al cantante, Rusty, que aparte de energía, también reparte buen rollo con las primeras filas, incluso acercando el micro alguno, chocando el puño con otros o subiendo a uno al escenario para bailar un poco con el, divirtiéndose y con ello divirtiendo al publico en general.  
Arrolladora forma de interpretar sus temas, da igual que toquen temas de sus primeros pasos, algunos mas actuales o ataquen alguna versión, todo suena compacto, con identidad propia y pudiendo declarar que ya tienen sonido Electric Mary, y volumen, mucho volumen. Tiempo hacia que no salía de un concierto con ese ligero pitido dentro de los oídos. Aunque esto ultimo ya se de sobre que es para gustos, y mas de uno habrá que le moleste. Algo menos de hora y media nos regalaron, y aunque puede parecer poco tiempo, el nivel de intensidad de sus shows quizá haría excesivo algo más. Ni un solo medio tiempo, solo bajaban la intensidad en partes instrumentales dentro de algunos temas, donde bajan un poco, marcando un ritmo y aprovechaban para vacilar con el publico, haciéndole participe de su fiesta, incluso el bajista bajo entre el publico tacando su bajo y dándose un pequeño baño de masas.  Otra vez mas excelente resultado del concierto, y otra vez más insisto en recomendar no perderse este huracán de rock que nos llega desde Melbourne, además, suelen tocar a precios más que asequibles. No os los perdáis!!!!