La electroestimulación neuromuscular provoca una descarga en la piel que viaja hasta el nervio motor e induce una descarga en la placa motora produciéndose así una contracción, no es el cerebro sino el electroestimulador el encargado de generar el impulso eléctrico que conducido por el nervio motor realizará el trabajo que deseamos, tanto la contracción voluntaria como en la obtenida por medio de impulsos eléctricos el resultado final será el mismo: una contracción muscular. El músculo puede ser estimulado de una manera endógena, o lo que es lo mismo, mediante contracciones voluntarias: el sistema nervioso central (SNC) envía unos impulsos eléctricos, los cuales son transportados por el sistema nervioso periférico hacia los músculos. Pero también se le puede estimular de una manera exógena, mediante la EEM, produciendo la acción del impulso eléctrico para excitar directamente el nervio, es decir, sin que lo genere el SNC.
El estímulo eléctrico que genera el aparato de EEM llega, a través de los electrodos conectados directamente sobre la piel, al tejido nervioso, el cual interactúa directamente con el muscular. Por tanto, todas estas informaciones son transportadas en forma de impulsos eléctricos para ser interpretadas por los músculos, provocando la respuesta que deseamos: la contracción muscular, la cual se produce de una manera totalmente automática.
Una finalidad de la EEM es provocar la contracción del mayor número posible de fibras musculares, lo cual siempre es superior a las contracciones voluntarias. Un buen aparato de EEM trabaja, dependiendo de la frecuencia del estímulo, las fibras rápidas antes que las lentas, lo cual difícilmente sucede en las contracciones voluntarias. Por otra parte, también consigue acortar el tiempo requerido para que el músculo logre la máxima tensión (normalmente las fibras lentas requieren 0.65 segundos y las rápidas 0.20). La EEM permite entrenar selectivamente los distintos tipos de fibras, en función de la frecuencia con la que estimulemos, la cual se mide en herzios (impulsos por segundos)
¿Qué es un electroestimulador y cómo funciona?
El electroestimulador es un dispositivo tecnológico diseñado para reclutar fibras musculares mediante impulsos eléctricos de un modo involuntario. Es decir, producen una contracción muscular sin que el cerebro envíe la orden. En una acción voluntaria, el sistema nervioso central envía un impulso eléctrico a la placa motora del músculo para que este se contraiga. Con el electroestimulador se envía un estímulo directamente a la placa motora que provoca una contracción muscular sin que se haya producido una orden previa del sistema nervioso central.La mayoría de los electroestimuladores funcionan con programas determinados, enfocados a diferentes objetivos físicos, por lo que su uso resulta muy sencillo. La frecuencia de los estímulos eléctricos emitidos por el electroestimulador se mide en Hz (ciclos por segundo). En función de la frecuencia que apliquemos lograremos diferentes resultados:
- De 1 a 3 Hz ayuda a eliminar las contracturas musculares y a relajar la musculatura. La mayoría de los electroestimuladores tienen catalogada esta frecuencia como "programa descontracturante".
- De 4 a 7 Hz produce un aumento de secreción de endorfinas consiguiendo una disminución del dolor. Suele aparecer como "programa endorfínico".
- De 8 a 10 Hz se produce un aumento del flujo sanguíneo en la zona donde hemos aplicado los electrodos. Encontraremos este efecto en el programa de "capilarización".
- De 10 a 33 Hz se reclutan principalmente fibras ST (fibras lentas tipo I) y aumenta su resistencia. Si queremos conseguir ese resultado optaremos por el programa "resistencia aeróbica".
- De 33 a 50 Hz se reclutan fibras intermedias consiguiendo un mayor aumento de la resistencia a la fatiga, muy adecuado para deportes de resistencia. Podemos conseguir estos efectos marcando el programa de "fuerza-resistencia".
- De 50 a 75 Hz se empiezan a estimular las Ft (fibras rápidas tipo II), consiguiendo un aumento de la fuerza y de la masa muscular, pues estas fibras tienen un mayor tamaño que las tipo I. Los estudios demuestran que entre 70 y 75 hz la hipertrofia que se consigue es máxima. El programa que debemos marcar es el de hipertrofia.
- De 75 hasta 150 Hz se estimulan en gran mediada las fibras rápidas tipo II y se consigue grandes mejoras en fuerza y velocidad. La mayoría de los electroestimuladores catalogan este programa como: "fuerza explosiva".
Aunque los programas automáticos facilitan mucho el uso de los electroestimuladores, es importante que regulemos la intensidad de cada programa al máximo que podamos soportar sin notar dolor ni molestia, ya que a mayor intensidad mayor reclutamiento de fibras y mayor resultado indistintamente del programa que utilicemos, ya sea masaje o hipertrofia. La intensidad se mide en miliamperios (mA) aunque en los electroestimuladores modernos la veremos medida en microculombios, ya que permiten un aumento más gradual de la intensidad, en una escala de 0 a 999, dónde 999 microculombios equivalen a 120 mA.Una sesión debe iniciarse siempre con un calentamiento, primero general y luego específico. El calentamiento específico viene ya predeterminado con todos los programas que comprenden todos los aparatos de EEM. La duración de éste oscila entre 5 y 10 minutos. Tras el calentamiento viene la sesión de trabajo específica, con una duración que puede ir entre 30 y 50 minutos. Y, finalmente, la recuperación activa (siempre en una posición relajada), de 5 a 10 minutos más.Algo muy importante que no deberíamos pasar por alto para aumentar la eficacia del entrenamiento es, tras la sesión de EEM, realizar una transferencia mediante ejercicios dinámicos voluntarios específicos del deporte al que nos dedicamos, es decir, correr, pedalear, nadar, saltar, etc.
Espero que os guste amig@s.
Fuente de la información: http://www.efisioterapia.net/ , http://www.sportraining.es , http://www.sportlife.es/ Video: plataforma virtual Youtube.