Revista Cultura y Ocio
Conocí la existencia de este libro por primera vez en el blog de Rebeca de Winter negro sobre blanco, en aquel momento ya llamó mi atención y con ese libro participó en El bloguero invisible de este mismo año, pero la suerte no estuvo de mi parte y el libro se fue para otras latitudes. Sin embargo se quedó clavado en mis retinas y con motivo de la publicación de Silenciadas, el segundo de la saga, me hice con ambos ejemplares, que han tenido que esperar un poco para ser disfrutados.
A pesar de las ganas que tenía de leerlo cuando lo tuve entre mis manos e indagué sobre la autora, el alma se me cayó a los pies, y es que desde el boom de Millenium y el desembarco en España de forma masiva de novela negra nórdica, he leído algún que otro truño, ladrillo, o que cada uno lo llame como más le apetezca. Una corona que a mi parecer le quedaba demasiado grande a quien la ostentaba me hizo poner los pies en polvorosa cuando el autor que llegaba del frío era una mujer, y es que con todos mis respetos para las miríadas de seguidores, a mi me dejó tan fría como su Princesa de hielo.
Se de buena tinta y por lo tanto me consta, y también intuyo por alguna reseña que por mis prejuicios me he perdido alguna que otra novela interesante, al tiempo que me he librado de alguna que no iba a ser de mi gusto por esa tendencia a mezclar el rosa con el negro y tener la desfachatez de llamarlo novela negra. Pero una vez en casa ambos ejemplares solo me quedaba un camino, y era leerlos.
Cuando empecé a leer Elegidas ya me dí cuenta que cualquier parecido entre ambas autoras era pura casualidad y comencé a relajarme, y a disfrutar de una lectura que por momentos dudaba que pudiera haber salido de la pluma de una mujer, de tan dura y desasosegante como es.
La autor@
Kristina Ohlsson, nació en Kristianstad en 1979, es politóloga y está especializada en temas policiales y de seguridad. En la actualidad, trabaja en la Organización para la Seguridad y la Coopoeración en Europa, cuya sede está en Viena, como experta en terrorismo. Anteriormente, ha trabajado para el Servicio de Seguridad de Suecia, el Ministerio de Asuntos exteriores y la Agencia Sueca de Defensa Nacional.
Elegidas es su primera novela, ha obtenido un gran éxito en Suecia, donde se han vendido 100.000 ejemplares, y se va a publicar en 15 países.
En 2010 Kristina ganó el premio Stabilo a la mejor escritora de género policíaco del sur de Suecia.
Curiosidades
Pocas veces se da que un libro sea publicado en España con dos títulos distintos, recuerdo otro caso, pero lo que se pretendía entonces era relanzar una novela que había pasado inadvertida y que posiblemente pudiera tener otra oportunidad aprovechando la veda abierta por la trilogía Millenium.
Sin embargo en este caso nos encontramos con dos títulos distintos y dos editoriales distintas sin que haya motivos de marketing al menos evidentes. Si eres socio de Circulo de lectores igual tu ejemplar se llamaEn el nombre de los inocentes, así que antes de comprar esta novela comprueba que no la tienes ya en tu estantería.
Argumento
Parece que el verano se niega a llegar a Estocolmo, la lluvia, fiel compañera de la estación, pinta notas tristes en el día a día de los habitantes. Una tarde una madre aprovecha una parada del tren para bajar al andén para hablar con teléfono sin molestar a su dormida hija. Algo la distrae y el tren emprende de nuevo marchar sin ella. Cuando llega a la estación su hija ha desaparecido sin dejar rastro y los cientos de potenciales testigos son incapaces de dar ninguna pista.
Las sospechas recaen sobre el padre de la pequeña que está separado de su madre y tiene un historial bastante sórdido. Pero el caso pronto da un giro que la policía no esperaba, y revelando que puede haber algo más que una disputa familiar tras la desaparición de la pequeña. Esta se revela como el comienzo de una pesadilla que afecta a más familias y a la policía con la mente de un criminal astuto y despiadado.
Impresiones
Me alegro de haber vencido mis prejuicios para con las autoras suecas porque de lo contrario me hubiera perdido una buena novela negra, además 100% negra, sin concesiones a la dulzura, ni a la novela romántica porque los temas que subyacen de fondo son lo suficientemente atractivos para no necesitar del romanticismo ni del amor entre los protagonistas.
Me ha llamado la atención sobre todo, que detrás de una novela de esta índole se encuentre la pluma de una mujer, de la misma manera que al leer Out me estuve preguntando durante días como una fémina podía haber ideado algo tan sórdido, y es que así como a los hombres se les supone el valor, a las mujeres se les supone la delicadeza y no la vamos a encontrar en esta novela, porque la situación no lo permite.
Nos encontramos ante una novela dura, aséptica, que no hace concesiones, nos encontraremos con temas de candente actualidad, como el maltrato en muchas de sus vertientes y no solo en la doméstica, la pedofilia, la sumisión, la remisión de la culpa a través de inocentes, las consecuencias de una infancia difícil y traumática en los individuos, y todo ello bien dosificado por la autora, bien engarzado y con unos cuantos giros que mantiene al lector en vilo durante toda la historia. Incluso la autora nos va tendiendo señuelos para que vayamos maquinando quién es nuestra mente enferma, nos tiende una trampa en la que es imposible no caer, para después darnos el golpe de gracia y demostrarnos cuan ingenuos hemos sido de tragarnos el anzuelo.
Si algo me ha llamado la atención es la presencia de civiles en los Cuerpos de Seguridad suecos, parece que es una practica extendida que molesta bastante a los policía e investigadores y este papel lo reservan para una mujer con la que es difícil de empatizar por su frialdad, Fredrika Bergman desde luego no es ningún dechado de virtudes sin embargo poco a poco iremos conociéndola y entendiendo su comportamiento.
Desde el principio vamos a conocer al criminal, al que llaman simplemente El Hombre, una persona cruel, con la que dificilmente vamos a empatizar, por lo tanto lo importante no es quien comete las atrocidades sino como elige a sus victimas y porqué, y en eso el lector es un privilegiado porque dispone de información de la que carecen los investigadores. No diré que no es importante la identificación de esa figura misteriosa que se hace llamar de forma tan ambigua, sin embargo la autora centra sus intereses en el cómo y en el porqué y en mucha menor medida en el quién.
Personajes
Nos encontramos ante la primera novela de una serie y ello es patente en los personajes porque están muy poco perfilados, algunos incluso solo esbozados y es que en sagas donde las historias concluyen dentro del mismo libro el punto o nexo de conexión está en sus protagonistas, y en la evolución que estos tienen, así que no me ha sorprendido en absoluto encontrarme con este hecho.
Por otra parte no podemos negar que la autora es minuciosa en las presentaciones y que no deja nada al azar, nos encontramos ante una novela con múltiples personajes y sin embargo todos nos son presentados de forma debida, incluso el revisor que solo aparece en el primer capitulo y que luego no aparece más tiene su momento de gloria.
Cuando una historia está plagada de personajes corremos el riesgo de perdernos, no saber quién es quién en el rompecabezas, sin embargo Kristine nos los va presentado paulatinamente, en ocasiones basta una simple pincelada que irá ampliando conforme se va desarrollando la trama. Me gustaría presentaros al equipo investigador que presumo que será el nexo de unión con toda la serie.
Alex Retch: Es el alma mater del grupo, un policía con mucha experiencia, especializado en la desaparición de niños. Un hombre muy introvertido, con un largo matrimonio a sus espaldas no exento de problemas y dos hijos ya mayores. En ocasiones cuesta ver el hombre carismático que se supone que es.
Peder Ryd: Es policía vocacional y al igual que Alex no admite de buen grado la presencia de civiles en la polícia porque creen que no están preparados para el trabajo. Casado y padre de mellizos su matrimonio con Ylva pasa por un mal momento, y parte de la culpa la tiene la depresión pos parto que arrastra su mujer y que le llevan a serle infiel. Es como un niño grande, siempre intentado agradar, mosqueandose si le dan más protagonismo a su compañera que a él. Sin embargo la vena sensible que demuestra con su hermano te lleva a tenerle un cariño inmenso.
Fredrika Bergman: Creo que es el personaje mejor dibujado, aunque no es de extrañar porque la autora en una entrevista en el mundo.com reconoce que comparte ciertos rasgos de carácter con ella, y me atrevería a decir que es el alter ego de Kristine.
Fredrika se nos presenta como una mujer fría e introvertida que pretende y consigue separar el trabajo de su vida privada, a la vez que quiere mantener alejado el trabajo de sus sentimientos creando una coraza que pocas veces se resquebraja. Arrastra desde la adolescencia una frustración que ha marcado su carácter y sobre todo le ha impedido hacer en la vida lo que le hubiera gustado. Mantiene una relación con un hombre casado 20 años mayor que ella y aunque sabe que nunca dejará a su mujer se siente feliz con esa situación.
Y ahora vienen los personajes propios de esta novela
Sara Sebastiansson: Una mujer rota después de la desaparición de su hija, su vida no ha sido fácil y su matrimonio ha sido un infierno. Su marido es un hombre sórdido con gustos poco ortodoxos. Poco a poco vamos descubriendo su pasado y como ha llegado a la situación en la que se encuentra.
Gabriel Sebastiansson es el gran ausente, es el marido de Sara y el padre de la primera víctima, lo que vamos descubriendo de su personalidad no hará que nos resulte atractivo, pero merece ir descubriendo poco a poco a este individuo por lo que no os diré nada más sobre él.
Teodora Sebastiansson: Si hay personaje al que no le he podido tener ni pizca de simpatía es a esta dura y fría mujer que no ha sabido educar a su hijo y que lo disculpa y protege con demasiada vehemencia, quitándole importancia a cosas que la tienen muchisimo. Es una anciana envarada y prepotente que seguro que no te causa ninguna simpatía
Ellen: es portavoz de la policía podríamos decir, la encargada de hablar con la prensa, de filtrar las llamadas y de informar de aquello que crea oportuno. Divorciada y madre de dos hijos, parece que la vida comienza a sonreirle y el amor llama a su puerta de nuevo, pero nada será lo que parece en un principio.
Magadalena Gregersdotter: es otra mujer rota después de la desaparición de su bebé, al ser la madre de la segunda víctima está menos perfilada, tan solo se conocen unos pocos datos de su pasado y de su presente hasta la desaparición del bebé.
El Hombre: desde el principio sabemos que es nuestro criminal, conoceremos cómo piensa, cómo vive, porqué las elige, y se nos resistirá el cómo. Es cruel, inteligente, y tremenda meticuloso y audaz.
Jelena: Es la complice de El Hombre, una mujer marcada en el pasado y en el presente... pero más vale no decir nada más al respecto para no desvelar nada que debáis descubrir por vosotros mismos.
Hay muchisimos más personajes y todos están introducidos con mimo, a pesar de que se nos ofrecen pocas pinceladas, pero creo que tampoco hace falta más.
Estilo y Estructura.
La novela se divide en dos partes, Pista falsa y Huellas de ira. A su vez estas están divididas en siete capítulos que se corresponden con los días de la semana que dura la investigación y ello permite al lector ver lo que pasa en un día desde dos puntos de vista, el trabajo policial y al mismo tiempo lo que piensa y hace el criminal, como se mueve, y en ese sentido tenemos ventaja con respecto al equipo de investigación.
Y por ultimo una tercera parte, signos de recuperación, en la que se nos muestran las consecuencias del desenlace de la trama, y nos van sentando las bases de la nueva entrega, con el caso cerrado, ya empezamos a ver una tímida evolución en los personajes y en sus relaciones
La autora hace gala de una prosa sencilla, con mucho diálogo y giros argumentales que hace que el lector permanezca pegado a las páginas del libro. Sin embargo después de llevar una buena investigación, me parece que el desenlace es algo precipitado, que podría haber estado mejor trabajado, pero no por ello la novela desmerece.
Conclusión
No es la mejor novela negra que he leído en mi vida, ni siquiera es la mejor de este año, sin embargo cumple con su función, entretiene al lector, le mantiene pegado a la historia y tiene unos personajes que ya apuntan maneras, aunque habrá que esperar a una segunda parte para ver si las expectativas se cumplen.
Sin duda me parece una historia recomendable, es cruda, los tema que toca no nos resultarán indiferentes, sin embargo a pesar de todo la autora no se recrea en el morbo en muchas escenas, seguramente no lo hace en las que nos pueden resultar más hirientes.
Habrá que esperar a leer Silenciadas para ver si merece la pena continuar la saga o no, de momento yo ya la tengo en casa y supongo que no tardaré mucho tiempo en tenerla en mis manos
Retos
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cruce de caminos negra y criminal: 9/10
Autores de la A a la Z: O