Elegido de los nueve: Asunción y reflexión de un grado combativo

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A través de la esclavitud que suponen los rituales muchas veces anquilosados en su contenido, que no en sus objetivos, los masones que estudiamos el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, nos encontramos en una disyuntiva trágica: ¿Qué hacer?

El masón, por su propia idiosincrasia, no es un hombre que mire hacia otro lado, que rehúya en su entorno profano de su propia conciencia, que no aplique sus enseñanzas en la vida que desarrolla fuera del templo. En mi primera Plancha, en los Grados Azules, escribí una frase que para mí se ha convertido en una máxima extendida a toda mi vida masónica "Entrar el Templo para salir al mundo", en una especie de parto filosófico tras cada tenida, ya sea simbólica o capitular.

La naturaleza del masón le obliga a ser un hombre honesto, y por tanto predispuesto a la acción u "operativismo" tras una profunda reflexión que se ejercerá con la prudencia y la inteligencia de la que disponga, sustentándose en las enseñanzas filosóficas que le han sido transmitidas por sus M.·. y HH.·. en el taller.

Las enseñanzas del Grado 9º hoy

De esas enseñanzas quisiera subrayar algunas, como por ejemplo La conquista y consolidación de la libertad, combatiendo la tiranía política y el fanatismo religioso. Pero, ¿Y si el concepto de la libertad política, individual y colectiva ha evolucionado, como era de esperar, hasta tal punto que debiera debatirse en Logia, como ya se hizo en los diferentes procesos políticos con anterioridad?

¿Combatir la tiranía política? ¿Cómo? ¿Y el fanatismo religioso? ¿Cómo se hace eso en un panorama en que las instituciones que debían contener la tiranía política no sólo están corrompidas sino que la promueven?

¿Cómo luchar contra el fanatismo cuando se crean unas condiciones económicas en las que la ciudadanía está siendo expoliada, desahuciada y contenida por medio de la violencia policial?

¿ Masonería es quedarnos quietos y leer muchas veces el ritual para pasar de Grado sin aplicar las augustas enseñanzas que nuestros antecesores nos legaron?

Dice también el Ritual que donde hay ignorancia no puede haber libertad; sin embargo permanecemos impasibles mientras existen reformas que prohíben de forma tácita estudiar a los ciudadanos de clase media-baja, al instaurar tasas universitarias que pueden superar el 50% de un salario normal. Se financian escuelas de índole religiosa, cuyas subvenciones han aumentado un 30% desde 2012, mientras la pública se abandona a la suerte de los recortes constantes, superando los 20.000 profesores despedidos en los últimos tres años.

Si esta afirmación es cierta, ¿qué libertad puede existir ante este escenario que fomenta la educación secular, en muchos casos fanática defensora de la religión católica, frente una erosión brutal de los servicios públicos?

Otro de los puntos que nos propone el grado es "Estudiar los medios más aptos para proceder con todo acierto a la elección de los representantes encargados de ejecutar la voluntad del pueblo y la manera más prudente de limitar sus facultades".

¿En verdad los mecanismos de elección de nuestros representantes es el más apto? ¿Tenemos el poder ciudadano de limitar sus desmanes, saltándose las leyes que ellos mismos han creado sin ningún tipo de control por parte de las instituciones que debían ejercerlo? ¿Realmente no estamos ante un poder judicial dirigido políticamente desde el poder?

¿Qué límites o restricciones impone el sistema que nos hemos dado? ¿Qué les impide que en las próximas listas electorales no estén incluidos más corruptos? ¿Realmente es el sistema más apto de elección? Y si no es así ¿Realmente el poder reside en el pueblo?

El tercero de los objetivos exotéricos del Grado es "Proteger a los oprimidos y defender los derechos humanos". Y este Hermano, se vuelve a preguntar ¿Por qué el Estado se dedica a pregonar que son meros artículos expositivos los que defienden el derecho a la vivienda y al trabajo en nuestra Constitución? ¿Son artículos más importantes acaso los que defienden la unidad de España o la intrusión del FMI en nuestra Carta Magna estableciendo el techo de gasto público, que aquél 128.1 que establece que Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad está subordinada al interés general."?