Loa ácidos grasos esenciales (AGEs) son aquellos ácidos grasos que el organismo no puede sintetizar y, por lo tanto, tienen que ser obtenidos a partir de la dieta. Existen dos AGEs para el ser humano: ácido linoleico (omega-6) y ácido alfa-linolénico (omega- 3), que a su vez sirven como precursores de otros ácidos grasos poliinsaturados que podrán ser fabricados (en teoría…) por el organismo.
Si un AGE no es consumido en la dieta, la deficiencia sobrevendrá exactamente de la misma forma en que se produce una deficiencia vitamínica o de otros nutrientes esenciales en una dieta desequilibrada.
De hecho los seres humanos necesitan consumir AGEs en mayores cantidades que las vitaminas. Si estos AGEs faltan o están en deficiencia en la dieta, las células se deterioran y aparecen gradualmente síntomas de deficiencia.
A partir del AGE ácido alfa linolénico (ALA) se formarán otros ácidos grasos de la familia omega-3, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), vitales para la salud. Sin embargo, para que estas “transformaciones” puedan ocurrir, es necesario que no haya circunstancias que lo impidan (como determinadas enfermedades o insuficiencias orgánicas) y que estén presentes los “ingredientes” necesarios (normalmente algunas vitaminas y minerales) para que la transformación llegue a buen fin.
Además de aportándolos a través de la dieta (generalmente a partir de los llamados pescado azul), existe asimismo la posibilidad de asegurar la presencia de dichos metabolitos del ALA en el organismo mediante la suplementación con complementos de origen vegetal, como el aceite de algas (fuente vegetariana de DHA), o a partir complementos de origen animal como el aceite de pescado (fuente de EPA y DHA).
El DHA de aceite de algas esta especialmente indicado para niños, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. Además puede ser utilizado con seguridad en personas con riegos de hemorragia ya que les permite tener un aporte de DHA (omega- 3) sin contenido de EPA que podría tener en algunos casos efectos anticoagulantes.
Aceite de algas como fuente de DHA
␣ Fuente: Microalgas (como las de la especie Crypthecodinium cohnii) producen gran cantidad de DHA de forma natural. Fuente vegetariana de DHA. Más fácil de digerir que las fuentes animales.
␣ Composición: 100 mg de DHA por cada 500 mg de aceite derivado de algas.
␣ Modo de empleo: Habitualmente como complemento a la alimentación se recomiendan de 100 a 200 mg al día, con las comidas. En los estudios se han llegado a emplear hasta 650 mg al día.
␣ Precauciones/contraindicaciones: No se han encontrado.
Aceite de pescado como fuente de DHA
␣ Fuente: Obtenido a partir de cuerpo entero de pescado de aguas frías (salmón, trucha, caballa, sardina, arenque). Aportación combinada de EPA y DHA.
␣ Composición: Distintas concentraciones de EPA y DHA. Los más habituales 18% de EPA y un 12% de DHA (en total un 30% de ambos). También formulas más concentradas.
␣ Modo de empleo: 500 a 6.000 mg de aceite de pescado concentrado (aportando 90 a 1.080 mg de EPA y 60 a 720 mg de DHA) o la mitad si la concentración de omega-3 es al 60%.
␣ Precauciones/contraindicaciones: Altas dosis podrían tener efecto anticoagulante (por su aporte de EPA). Extremar la precaución en pacientes con alto riesgo de hemorragia (tratamiento farmacológico con anticoagulantes, intervención quirúrgica).