Si estás seguro de ir en la dirección que libremente has elegido no importa nada, que los demás vayan en la dirección contraria como un disciplinado rebaño. La mayoría, por el hecho de serlo, no tiene garantizada la exclusividad de la razón, aunque algunos (o muchos) ignorantes así lo crean, algo que sin duda alguna, se pone de manifiesto en gran número de ocasiones, ¿o acaso no se equivocan una y otra vez, miles y miles de moscas, cuando se dirigen directamente y a toda prisa, hacia la mierda?
Fran Laviada