Los ordenadores de sobremesa son el formato más adecuado para quienes hagan un uso profesional y de gaming de los equipos informáticos. A pesar de que los portátiles ofrecen muchas ventajas asociadas, como la posibilidad de usarlos en cualquier lugar fuera de la oficina y el aspecto de la autonomía, los ordenadores de sobremesa siguen siendo el formato hegemónico. Y eso que existen en el mercado portátiles y convertibles que ofrecen un alto rendimiento.
En la elección de PC de sobremesa, o all in one si se prefiere, siempre que no sea un factor limitante el presupuesto, habrá que decantarse por el equipo más potente posible. Pero hay que ser consciente de un apunte, este rendimiento ha de ir ligado al tipo de uso, pues si las demandas no son excesivas, invertir mucho en un ordenador con altas prestaciones acaba siendo derrochar el dinero.
¿Qué es mejor, comprar un ordenador ya integrado o equiparlo por piezas?
Atendiendo a cuestiones de personalización, lo más recomendable sería siempre montar el ordenador por piezas, pero para ello es obligatorio tener los conocimientos técnicos necesarios que lleven a elegir los componentes más apropiados.
Por tanto, esta opción se limita a usuarios avanzados, que habitualmente son los que utilizan el equipo para fines más sofisticados, más específicos, como el gaming o la edición de foto y vídeo.
En este punto es también importante diferenciar entre un ordenador de sobremesa para trabajar o bien para actividades más vinculadas a las nuevas tecnologías, como los streamings en directo o la publicación de contenidos en redes sociales.
Si el trabajo es simplemente para cuestiones ofimáticas, lo ideal será buscar equipos que se pueden usar con fluidez y que trabajen cómodamente con software como los packs de Microsoft Office y LibreOffice, navegadores varios, programas de sonido y edición de imágenes y algunas aplicaciones de videollamada, como Skype o las múltiples alternativas que han ido popularizándose desde la llegada de la pandemia.
Ante este escenario, la elección de un equipo informático por piezas estará limitada a perfiles que conozcan ampliamente cómo funcionan estos dispositivos. Para usuarios de menor nivel, optar por ordenadores ya a la venta con precios entre 600 y 700 euros puede ser una buena opción.
Windows o Mac
Entrando ya en cuestiones muy relevantes, una primera decisión es el sistema operativo. Mac y Windows son los más comunes, los grandes dominadores del mercado. Windows es más económico en términos generales y más apropiado para uso ofimático y de videojuegos.
Pero para tareas de diseño gráfico, edición de vídeos y fotografía o música, hay quien prefiere Mac. Windows está más extendido, pero Mac aporta cierta sensación de comunidad que no alcanza el sistema operativo de Microsoft. Decantarse por Mac implica también más exclusividad, pues sus programas son menos compatibles.
¿Cuáles son los requerimientos básicos del procesador?
El procesador es el elemento que consigue que el ordenador ejecute las tareas de manera rápida, reduciendo el número de errores y fallos. Aquí sí que no hay que limitarse, siempre hay que buscar un procesador potente que ofrezca una buena experiencia de usuario.
Intel es una de las empresas más potentes. En el mercado podemos encontrar procesadores i3, i5 e i7. Como otras piezas informáticas, cada poco tiempo van apareciendo nuevas generaciones de procesadores. Siempre que sea posible es preferible, en la actualidad, acudir a ordenadores de sobremesa con procesador i7. En Beep podemos encontrar estas y otras piezas clave para los equipos informáticos.
¿Qué ocurre con la memoria?
Un tercer factor clave es la memoria, tanto la de almacenamiento como la RAM. La de almacenamiento es la más sencilla, pues determina cuánta cantidad de información es capaz de conservar el ordenador.
La RAM es la que permite ejecutar varias tareas al mismo tiempo. Está muy ligada al uso que se le dé al equipo. Cuanta más memoria haya libre en el ordenador, mejor va a funcionar. Pero aquí entra de nuevo el tipo de uso. Si no se tienen grandes requerimientos de memoria, no es necesario acudir a equipos excesivamente potentes. La memoria de almacenamiento en el disco duro no influye en el funcionamiento del ordenador, y no es tan relevante porque se puede ampliar mediante discos duros externos.
¿Ordenador de sobremesa o todo en uno?
Los all in one, ordenadores todo en uno, son equipos que funcionan igual que los que incluyen chasis tipo torre pero incorporan todo el aparataje interno en una sola pieza. Son muy atractivos y ocupan muy poco espacio. Además, su diseño es muy bonito, pero para elegir estos conviene acudir a modelos que sean de aluminio y no de plástico, para favorecer la disipación de calor.
Por lo general, no es fácil encontrar all in one que cubran todas estas características, aunque esto depende de los requerimientos de cada usuario.