Nuestra afición al bricolaje solo va en aumento y hay herramientas indispensables para según qué tipo de trabajo estemos en disposición de hacer. El taladro es una de ella, sin duda.
Si no disponemos de ninguno, es una gran idea planteárselo perola elección puede ser algo confusa. En primer lugar debemos de tener claro el uso que vamos a darle pero recomendaría no quedarnos cortos ni pecar de exceso, elegir unos que se ajuste a nuestras necesidades y que no nos deje a medias en algo en lo que sea menos común vernos enredados.
Entre taladros existen dos grandes grupos: con o sin cable. Aunque la primera diferencia que nos viene a la cabeza es la más obvia, la movilidad o libertad que puede ofrecer o rescindir la existencia o no de un cable, tienen otras que a la hora de trabajar nos puede hacer pensar en si hemos hecho una buena elección o no.
Con cable:
Potencia: Es algo en lo que nos debemos fijar muy bien, será esta la que determine la superficie en la que podremos o no trabajar con comodiad y el diámetro de broca máximo que podremos usar. Se expresa en vatios (w) y para el hogar, no recomendaría uno con una potencia inferior a 650/750w.Percusión: Pocos taladros carecen de percutor hoy día, es un “golpeteo” que el taladro efectúa al taladrar y es casi imprescindible para taladrar en superficies como el hormigón. Disponen de un interruptor o selector para activar o desactivar esta función. La potencia de percusión se mide en julios (J).
Función reversible: También es algo común en los taladros y de lo que carecían la mayoría de los modelos antiguos. Esta función hace girar la broca en el sentido contrario al habitual, muy útil si se atasca la broca especialmente al trabajar con metales.
Velocidad: Los taladros con cables también, en su mayoría, vienen provistos de un sistema para el control de la velocidad. Su funcionamiento reduce o aumenta la velocidad y puede ser electrónica variable, que dependerá de la presión ejercida en el gatillo o mecánica fija, con un selector independiente numerado. A menor velocidad mayor fuerza.
Brocas con sistema SDS
Otras cosas a tener en cuenta podría ser los tipos de anclajes, si es con mandril con llave o sin llave dentada (sin llave es más cómodo) o si es con sistema SDS. Este último suele darse en un tipo de taladro más orientado al profesional, generalmente estos taladros tienen la función de martillo y este tipo de cogida es ideal para trabajos en hormigón además facilita el uso de cinceles y picos como accesorios, pero hace imposible el uso de brocas destinadas a otras superficies si no se le añade un broquero adicional.Los taladros con cable siempre están listos para su uso, con la “limitación” de tener cerca una base de enchufe o hacer uso de alargaderas. Apto para cualquier superficie y sin desmerecer en ninguna y su duración, con un mantenimiento adecuado es MUY larga, aunque dependerá del uso y si la herramienta que hemos elegido está preparada para un uso intensivo o no. La potencia es mucho mayor y constante que los de batería pero no son propicios para su uso como atornillador, no suelen tener una regulación de torque válida para no dañar la cabeza del tornillo y su peso es elevado.
Sin cable:
Potencia: Esta dependerá del voltaje, a mayor voltaje mayor capacidad de trabajo. Una potencia inferior a 18v yo no lo recomendaría, especialmente si vamos a hacer algún que otro agujero en pared.Percusión: Al igual que los de cables, viene expresada en julios (J) y es raro el que no dispone de interruptor o selector para activar esta función propicia y casi necesaria para perforar en pared u hormigón.
Función reversible: Para poder invertir el sentido de giro del taladro. Teniendo en cuenta que en los taladros de batería una de las características principales es la función de atornillar/desatornillar, esta opción la hace “obligatoria”.
Velocidad: Controla la velocidad de giro y al igual que los taladros de cable, puede ser electrónica variable mediante la presión ejercida sobre el gatillo o mecánica fija seleccionando velocidad. Además también dispondremos del modo “destornillador” que reduce la velocidad y torque parando el giro antes de dañar la cabeza del tornillo.
Batería: Esencial para su funcionamiento es preciso asegurarse de su capacidad Ah (amperios/hora) De esto dependerá el tiempo que va a poder estar en uso. También a tener en cuenta el tiempo de carga.
La facilidad de uso y comodidad hace a los taladros inalámbricos una tentadora elección. Cumple con sus funciones además de poder trabajar como destornillador sin problemas y su peso es reducido. La otra cara de la moneda también procede de su ventaja, la batería hace que tengamos que estar pendiente de su estado y cuando empieza a desmerecer también lo hace su potencia y podemos quedar a medias, esto hace pensar en validar la idea de adquirir una segunda batería. La batería también hace que su vida útil pase por ella, dado a que si falla (con el tiempo y uso lo hace) no tendremos taladro y a veces el precio de la batería fuera del “kit” varía poco y puede ser que nos decantemos por jubilarlo y comprar otro.
La potencia que entrega un taladro de batería suele ser inferior a uno con cable y se nos puede quedar corto en algunas superficies dependiendo del diámetro de la broca a usar.
Después de todo esto, con las principales características de cada uno, solo que dejar la cabeza fría y pensar en cuál se adapta mejor a nuestras necesidades y a disfrutarlo.
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