La empresaria y emprendedora Elena Gómez del Pozuelo (fundadora de La cigüeña del bebé, Secretaria Plus, Directivos Plus, Incipy, Inesdi y Encesta entre otras) aseguró ayer en las jornadas de emprendeduría que organiza la Cambra de Comerç de Barcelona que “nacemos siendo emprendedores pero nos hemos ido volviendo empleados” y que debemos recuperar la creatividad, la esencia de ese instinto empresarial, para forjar nuestra carrera. En Miximoms tomamos buena nota de sus recomendaciones.
Se ha terminado el tener un empleo para toda la vida, dice la empresaria, la sociedad se ha transformado y, en lo que ella llama “la start up de tu vida”, cada uno debe especializarse en un nicho muy concreto para alcanzar el éxito en su carrera profesional. Enumera una serie de reglas para crear esa start up de cada uno:
- Estar en beta permanentemente, es decir, siempre en continua evolución, debemos formarnos cada día e invertir en nosotros mismos
- Diferenciarse profesionalmente y cultivar una red de networking porque pueden surgir oportunidades de donde uno menos se lo espera
- Si además encontramos un trabajo que nos apasione, no consideraremos el trabajo como tal
La palabra emprendedor está muy de moda pero es el paso previo a empresario, que está denostada. Gómez del Pozuelo asegura que primero debemos ser emprendedores de nuestra propia vida para luego poder iniciar una empresa.
Las ideas por sí solas no tienen valor si detrás no hay un buen emprendedor: “Yo solo invierto en un buen gestor o un buen emprendedor, pero no en ideas”. Además, hay que compartir las ideas para validarlas.
Tras enumerar las cualidades de lo que ella considera un buen emprendedor (optimista, apasionado del riesgo y el trabajo duro, flexible, ambicioso, creativo…) explicó que, aunque no todos seamos emprendedores, sí podemos ser imprendedores, es decir, “gente apasionada que trabaja con los emprendedores y a los que los noes también les den marcha”.
La emprendeduría empieza con una buena idea (que solucione un problema a mucha gente que pagaría por ello y que sea un modelo escalable) y después hay que pasar a la acción. “Se aprende haciendo” así que Gómez del Pozuelo animó a los futuros emprendedores a lanzarse aunque siempre teniendo un plan de negocio que aunque no se cumpla, sirva de guía, yendo un paso por delante y contando con un plan B por si algo se tuerce. Además, remarcó la importancia de rodearse de profesionales que aporten soluciones y no problemas, gente muy diversa y, sobre todo, mujeres, porque son las que en un 80% de los casos deciden las compras. Para la empresaria, “cada día de trabajo es como el día del examen” y cuando se emprende el riesgo es inevitable por lo que hay que acostumbrarse a vivir en la incertidumbre. Al final, lo que busca todo emprendedor es hacer negocio y para ello, debe centrarse en su propuesta de valor ya que el precio ha dejado de ser un factor diferencial. El cliente es lo más importante y nuestro servicio o producto debe concentrarse en la experiencia del usuario de manera que sea tan memorable para que el cliente que lo comparta con sus amigos, quienes se fían de las recomendaciones.
Para terminar, Gómez del Pozuelo lanzó una frase que resume el abecé del emprendedor: “Ni miedo, ni pereza ni vergüenza”.