Elena Roger es chiquita, como lo era Edith Piaf, pero como ella posee una mirada afilada, una expresión seductora. La artista argentina encarna a la legendaria cantante en «Piaf», que el día 13 levanta el telón
Elena Roger sedujo hace unos años al mismísimo Andrew Lloyd Webber -«mi madre me dijo, cuando le conté que iba a conocerlo, que estuviese tranquila, que él también iba al baño»-, y el compositor le dio el papel de «Evita» en la nueva producción que preparaba en Londres. Recuerda que un día, cantando «Don’t cry for me, Argentina» en la misma casa de Lloyd Webber, «se abrió una ventana frente a mí y una cortina voló… Fue un momento verdaderamente emocionante».
Y de una leyenda a otra. Hace dos años, Elena Roger se metió en la piel de Edith Piaf, una mujer «con una gran pasión por el amor, una mujer «con una gran pasión por el amor, un carácter muy fuerte y al mismo tiempo un gran sentido del humor. Esa parte de payaso –ella venía del circo- me gusta mucho. Fue una mujer, además, que lo tuvo todo después de nacer, literalmente, en la calle. La muerte del boxeador Marcel Cerdan quebró esa vida y marcó su declive. Cuando preparábamos el papel –concluye-, hablábamos de que Edith Piaf fue la Amy Winehouse de su época».
La producción que se presenta a partir del día 13 en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid (el estreno oficial es el día 26) es la misma que se ha visto en Londres (Elena Roger ganó un premio Laurence Olivier por su interpretación) y, después, ya en español, en Buenos Aires. Cuando concluya estas representaciones, Elena Roger volverá a Londres para protagonizar «Passion», el musical de Stephen Sondheim. Y tiene una oferta para volver a asomarse al balcón de la Casa Rosada en la reposición de «Evita» en Broadway. Sería en 2012, y Ricky Martin estará en el reparto. «Tengo muchas ganas de ir, pero estamos tratando todavía el contrato». Le echa atrás el hecho de tener que estar mucho tiempo allí -«me piden trece meses»- y se lo está pensando. «No sé si tengo ganas de estar todo ese tiempo con un papel que ha ye hecho. Broadway me encanta, pero…»
No quiere que su carrera artística arruine su vida personal. «Igual después de Londres me siento a tener hijos… O quizás el año que viene… No quiero estar en un teatro mucho tiempo seguido, quiero moverme. Estoy en un momento de juventud creativa; hay que sembrar mucho y lograr todo lo que uno pueda antes de formar una familia, porque después la energía cambia».