El diputado nacional por Neuquén, Leandro López, lo presentó junto a su par de Río Negro, Sergio Wisky, con el objetivo de que los consumidores puedan acceder a información clara acerca de los niveles de azúcar, sal o grasas trans que contienen los productos respecto de la ingesta recomendada diaria. Según la OMS, la Argentina es el país de Sudamérica con el mayor índice de sobrepeso infantil en menores de 5 años.
El diputado nacional Leandro López (Cambiemos), presentó junto a su par rionegrino Sergio Wisky un proyecto de ley al Congreso para que todo alimento procesado que contenga azúcar, grasas saturadas, grasas trans, sodio o cualquier otro ingrediente en exceso -de acuerdo a la ingesta diaria recomendada- deba exhibir en su envase un rótulo que así lo indique.
Esos niveles deberán ser establecidos por la autoridad de aplicación, de acuerdo con el peso, volumen o porción en que se comercializan esos alimentos y los estándares nutricionales que indican en qué medida pueden resultar perjudiciales para la salud de quienes los consuman.
En los fundamentos del proyecto se explica que según el Ministerio de Salud de la Nación en la Argentina "seis de cada diez adultos presentan sobrepeso u obesidad y uno de cada tres chicos tiene sobrepeso", y en el caso de los niños menores de cinco años, el porcentaje del 9,9% que padece sobrepeso es el más alto de Sudamérica, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). "Esto conlleva el riesgo de enfermedades crónicas no transmisibles, como diabetes, hipertensión o glucemia elevada", señaló López.
Para paliar en parte los problemas mencionados precedentemente, el Ministerio de Salud recomienda elegir de manera informada los alimentos que se consumen, procurando que estos contengan bajas cantidades de grasas saturadas, sodio y azúcares.
López expresó que el objetivo es que los consumidores cuenten con información suficiente y clara respecto de esos alimentos "simplificando la manera de divulgarla, ya que actualmente sólo figura en letra pequeña, a veces ilegible, en sectores escondidos de los envases. Ahora, además de esa información, las etiquetas deberán tener un llamativo y claro mensaje de advertencia fácilmente comprensible".
El proyecto se basa en legislaciones similares de otros países, como Estados Unidos, Canadá o Chile y, de modo similar, establece que el rótulo deberá utilizar la fórmula "ALTO EN" seguido de la identificación del ingrediente cuyo consumo en elevadas cantidades pueda resultar nocivo para la salud, ubicado de manera visible en la cara principal del envase, -entendiéndose por esta a aquella en donde figure con mayor tamaño la marca del producto. Además, en ningún caso el rótulo podrá ser de un tamaño menor al veinte por ciento (20%) de la cara del envase en el que esté colocado.
"Esto no implica una restricción ni limitación a la industria alimentaria, ya que las empresas podrán seguir comerciando el mismo producto pero informando claramente su contenido para que sepamos qué es lo que estamos ingiriendo o dándole a nuestros hijos. De esta manera podremos ser más conscientes de la forma en que la alimentación puede estar afectando nuestra salud", finalizó el diputado.