Elige estar bien

¿Vemos la vida con optimismo porque las cosas nos van bien o nos van bien porque las vemos con optimismo? En nosotros está la fuerza transformadora.Cambia tu forma de pensar y conseguirás cambiar tu vida.Hasta hace bien poco se pensaba que eramos capaces de pensar en positivo según la predisposición genética que traíamos al nacer, y bien, aunque hay que reconocer que nuestros genes juegan un papel importante en cuanto a la predisposición, ésta no es de ninguna manera determinante.Al contrario, según afirma la comunidad científica, ser positivo corresponde más a un entrenamiento que a un don natural.Las cosas que nos ocurren tienen en nosotros una influencia mucho más pasajera de lo que creemos.Los verdaderos moldeadores de nuestro bienestar son los pensamientos.
¿Probamos con un ejercicio simple?
Busca en tu mente un recuerdo que te haya enojado y recréate en los detalles, al cabo de un tiempo, no muy largo, verás cómo te sientes mal.Ahora haz lo contrario y piensa en una situación que te haya hecho feliz o recuerdes con especial cariño.Los resultados son totalmente opuestos , ¿o no?.
Cada vez que eliges ocupar tu mente en algo negativo estás transformando tu realidad.El pensamiento positivo cambia tu cerebro.
En tu mano está pintar la vida del color que más te guste.

Aprende a reprogramar tu mente:
1. Proyecta: los sueños empiezan a convertirse en reales cuando empezamos a imaginarlos.
2. Sustituye: un pensamiento negativo que te asalte por su opuesto.
3. Realiza: alimenta tu pensamiento positivo con actividades que te llenen.Ayudar a los demás nos fortalece y contribuye a dotar de sentido nuestra vida.
Algunos trucos que funcionan...

• Cambiar de forma de pensar no se consigue de un día para otro, lo importante es ser constante. Márcate un objetivo concreto para cada día y centra tus esfuerzos en él.
• Ser positivo no significa ignorar el sufrimiento, .otra cosa es engancharse a él.Vive la experiencia intentando sacar de ella una enseñanza.Una vez aprendida la lección que nos da la vida,¿para qué seguir conviviendo con el dolor?Mira siempre hacia delante.