Hoy he llegado a una conclusión OBVIA pero que pasamos por alto el 90% de las veces.
Verás, últimamente he cambiado algunos hábitos en mi vida. Y no me gusta.
Así que voy diciéndome a mí misma y a quien me quisiera oír (jajaja) que prefería el estilo de vida que llevaba antes mucho más que el de ahora.
Quejándome, vamos.
De algo que está en mi mano cambiar.
Sin embargo…
> Escucha el audio aquí –>Elige lo que quieres, no lo que no quieres
Sigo haciendo lo que se supone que me gusta menos y es peor para mi salud. Y quejándome, claro.
Hasta que hoy, paseando rápido (algo que me encanta hacer porque me despeja, me ayuda a organizar los pensamientos y se me ocurren muchas ideas), me he dado cuenta de una cosa.
A mí me gusta mucho caminar y es lo que suelo hacer habitualmente, pero últimamente estoy utilizando más otros medios de transporte.
Y he pensado: Tengo que ir a este sitio, voy a coger el autobús y así tardo menos.
Y entonces me he dicho: Vamos a ver, ¿tú no decías que preferías tu estilo de vida de antes? Pues en vez de coger el autobús ve andando.
Algo que es tan sencillo, no lo estaba haciendo.
Solamente me quejaba. Esto no me gusta… Pero voy y sigo haciéndolo igual.
Si quieres algo, tienes que hacer algo.
Y ya no «algo» sino ese algo que quieres hacer, no otra cosa.
No vale de nada que yo me queje de que ya no camino lo mismo, que ya no hago tal o cual si cuando me surge la oportunidad elijo no caminar.
No vale de nada que digas que quieres hacer algo o que, como yo, te quejes de que no te gusta y cuando llegue el momento elijas no hacerlo o seguir haciendo lo que dices que no quieres.
Como yo estos días (ya ves que aquí no se salva nadie).
Es fácil quejarse, es fácil acomodarse a algo que te cuesta menos esfuerzo que lo que quieres o a lo que, aunque no te cueste menos esfuerzo, ya te has acostumbrado.
Pero muchas veces en la vida tienes que ser coherente entre lo que dices que quieres y lo que haces para conseguirlo.
Si quieres algo tienes que hacerlo.
Piénsalo y haz como yo, elige andar. Y no hablo sólo de andar, ya me entiendes.
Elige lo que quieres, no lo que no quieres.
¿En qué te está pasando a ti? ¿Qué estás eligiendo?
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