Advertencia: esta entrada es totalmente libre. Nadie me ha pedido que la escriba, ni recibo ninguna compensación por ella; se trata sólamente de mi opinión.
Como ya podéis saber por la imagen (y si seguís el blog desde hace tiempo), cuando tuve que decidir dónde preparar el MIR me decanté por la academia AMIR... y como también he dicho ya en otras ocasiones, creo que es la mejor decisión que pude tomar. Pero vayamos por partes...
Lo primero es lo primero: ¿cómo me decidí? Algo que no os comenté en la entrada anterior, es la tírria que les tengo a las charlas informativas. Cuando estaba en 5º curso, como siempre hacen, tanto AMIR, como CTO y Oviedo se pasearon por mi Universidad a vendernos sus cursos... La palabra es esa, "venderse"; por eso, como en esas charlas sólo se habla de números, precios, ofertas y poco más decidí no asistir a ninguna de ellas e informarme sólo a través de las webs de las diferentes academias, y las opiniones que pedí a compañeros que sí habían asistido a las charlas, junto a opiniones de antiguos alumnos. No es que sea algo que recomiende hacer, pero creo que no asistir a estas charlas de promoción fue una buena opción para mantener un poco la objetividad y no dejarme llevar por las impresiones que sacara de las personas que vinieran a hacer la charla.
Aún así, la verdad sea dicha, tenía bastante claras mis opciones. Yo no quería irme a Oviedo, por varias razones: la fundamental es que no quería salir de mi ciudad durante estos meses, porque sabía que serían duros y no quería estar sola, sin familia y sin amigos; además, mudarse significaba hacerme caso de un piso y eso podia quitarme tiempo de estudio (sí, por azares de la vida al final me mudé, pero en una situación completamente distinta). Si a eso le sumamos que Oviedo tiene mucha fama pero que, desde hace unos años, no consigue mejores resultados que las academias con sede local, tenía muy claro que me iba a quedar en Barcelona. ¿Es recomendable quedarse en la vuestra ciudad? Sinceramente creo que sí, sobre todo por el apoyo de vuestra gente, pero también es cierto que hay mucha gente que se marcha y les va estupendamente... eso tenéis que sopesarlo vosotros.
Entonces, mis opciones estaban entre CTO y AMIR (supongo que como casi todo el mundo) porque, a priori, comparten un método de estudio similar, las clases son parecidas, ofrecen buen material y los precios son parecidos. Pero llevaba meses escuchando malas opiniones de CTO, de sus propios ex-alumnos, y esa idea negativa se reforzó por experiencia propia: durante unas semanas, se dedicaron a mandarnos un montón de publicidad, puramente comercial, donde en ningún momento se hablaba de didáctica ni método: sólo de precios, rebajas y regalos. Además, se sumó luego un asunto muy feo de mails suplantando identidades... algo muy turbio y que, definitivamente, reforzó la idea de que no quería tener nada que ver con ellos. Siempre me han parecido una especie de mafia, y seguramente estoy siendo injusta: ni todos los trabajadores de allí serán iguales, ni todos los alumnos están descontentos... pero es algo que sentía que no quería hacer.
Mis opciones, pues, se redujeron a AMIR, y la verdad es que todo me gustaba: el lugar donde se hacían las clases, el método, la organización, los servicios post-MIR, el precio, el material, los tutores... ¡me parecía una opción excelente! Así que en poco más de una semana después de abrirse el período de matriculación, decidí lanzarme de cabeza, no pensarlo más y apuntarme. De verdad que le doy gracias a mi yo del pasado por tomar esa decisión.
Algunas cosas a mejorar siempre las hay, como en todos sitios, clases peores también, alguns fallos de organización ha habido.. pero volviendo la vista atrás a este año y medio, no encuentro ni una sola cosa que no me haya gustado. No recuerdo nada importante que hiciera bajar puntos a la Academia. Vosotros mismos podéis comprobarlo, sólo tenéis que pasearos por mis entradas de estos meses y leer mis alabanzas a las clases, los profesores, los manuales, etc. La organización, desde todos los ámbitos (desde administración a tutores) es excelente, el seguimiento del alumno impecable, la calidad del profesorado incuestionable... ¡no puedo decir una cosa mala de ellos!
Pero más que eso, AMIR ha sido (es) para mí una gran familia. Me ha sido muy fácil sentirme parte de algo importante, de algo más que una academia. Yo, que no tengo ningún amigo ni familiar médico, he encontrado un excelente equipo de apoyo al que contarle todas mis dudas y agobios, que sabían exactamente por lo que estaba pasando, y que se han mostrado siempre comprensivos. Se merecen todos un gran reconocimiento por mi parte, pero en especial los tutores: ¡no puedo olvidarme de ellos!, porque su implicación con nosotros es absoluta. AMIR se compone, de principio a fin, de una plantilla excelente, y creo que cualquiera que los conozca podrá corroborar mi opinión. En AMIR, eso sí es verdad, no he oído de ningún alumno descontento. Para mí, y os lo digo sinceramente, lo difícil está siendo desvincularme de ellos, de esta familia que me ha acompañado en momentos verdaderamente importantes y difíciles.
No sé qué más cosas puedo explicaros, porque tampoco se trata de cantar las mil alabanzas como si intentara conveceros: es vuestra decisión. Yo sólo puedo decir que en la mía no me equivoqué, y espero que vosotros tampoco lo hagáis.
Si tenéis alguna duda concreta sobre AMIR, y no lo encontráis en su web, podéis preguntarme lo que queráis en los comentarios, desde las ideas que os lancé en la entrada a anterior, a cualquier otra duda que tenáis. Y, sobre todo, mucha suerte para esta carrera que empezáis.Si tienes algo que decir (¡seguro!), déjame un comentario :)