Nunca en mi vida he tenido un tatuaje, en primer lugar porque me pánico las agujas, y en segundo lugar porque siempre he pensado que seguramente algún dibujo que ahora me guste mucho o signifique mucho para mí, dentro de 20 o 30 años ya no tendrá ningún sentido y estaré hasta más arriba del pelo de vermelo en mi cuerpo.
Pero para todas aquellas personas que sí se atrevieron a dar el paso, y han pasado del amor al odio con su tatuaje, ya no es hasta que la muerte os separa, ya podéis deshaceros de vuestro tatuaje, pero eso sí, por favor, poneos en manos de profesionales.
Hace unos días acudí a un presentación interesantísima, donde la Dra. Paloma Cornejo, dermatóloga de la clínica IML nos fue explicando el proceso para eliminar el tatuaje, la diferencia en el origen y el color de las tintas a la hora de ser eliminadas; a pesar de no tener ningún tatuaje, ni intención de hacérmelo, me pareció interesantísimo
La eliminación de tatuajes se hacen con el láser Q-Swichted, que elimina la tinta a través del sistema linfático sin dañar la piel.
Antes de aplicar el laser sobre nuestra piel debemos utilizar una crema anestésica, y posteriormente una pomada antibiótica para evitar infecciones, cubrimos la zona durante una semana y pasado ese tiempo le aplicamos aceite de rosa mosqueta, y más o menos al cabo de un mes y medio podemos repetir la sesión
El número de sesiones, depende del tipo de tatuaje, los colores utilizados, el tamaño, etc. pero lo normal es que entre unas 6 y 12 sesiones sirvan para eliminarlo. Respecto al precio, también varía dependiendo del tatuaje, pero oscila en torno a los 150 € por sesión
Os dejo unas fotos del antes y el después, porque de verdad que es asombroso como queda la zona después de haber eliminado el tatuaje